Gloria Silvia Orellana
@Diario CoLatino
Mauricio Sermeño, presidente de la Junta directiva de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), manifestó que fue “bastante difícil” la valoración de los impactos del 2024 en materia de medio ambiente, por ser numerosos para resumirlos.
“Al hacer una evaluación de las condiciones ambientales de 2024, encontramos que El Salvador se enfrenta a una serie de problemas ecológicos como el deterioro de suelos, inseguridad hídrica y alimentaria y la amenaza de la minería metálica”, ejemplificó Sermeño.
La Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) presentó su Balance Ambiental de El Salvador 2024, desde el cual, exhortan al gobierno a cumplir con la legislación ambiental existente y reformar otras debido a los nuevos escenarios que pueden llevar a una multicrisis sin retorno en el país.
Una de las principales causas de este impacto ambiental, agregó el presidente de la UNES, se debe a la deforestación, en donde El Salvador ocupa el segundo lugar del país más deforestado de América.
Esto se debe a la expansión agrícola, la urbanización, la tala ilegal, sumando la permisividad de proyectos privados y públicos, que han destruido bosques, biodiversidad.
La deforestación termina generando otros problemas en tres direcciones: suelos, escorrentías, falta de vegetación sustituta y el aumento de corrientes superficiales sin control que, al no ser absorbidas, erosiona suelos creando inundaciones.
“El deterioro de suelos por el desarrollo territorial desordenado ha contribuido a la degradación ambiental del país. La minería en El Salvador ocasionará la pérdida de al menos un tercio del territorio nacional, 7 mil kilómetros cuadrados, aproximadamente”, dijo.
“En la estación seca, la escasez del agua superficial y subterránea es cada vez más común, pero el agua sigue siendo el recurso natural más básico para el desarrollo y más difícil de obtener, y, sobre la base de la dependencia externa de aguas transfronterizas”, alegó Sermeñó.
En la inseguridad alimentaria, sólo este 2024 se ha dado una escalada sin precedentes en los precios de las Canasta Básica Alimentaria, que promedió hasta octubre recién pasado el precio anual más alto de la historia para la Canasta Básica Alimentaria en los últimos 24 años, que alcanzó los 256.22 dólares.
En cuanto a la minería, Sermenó observó que de permitir la minería metálica en un escenario de tanta vulnerabilidad ambiental la población salvadoreña podría estar enfrentando un “desastre total” en materia ambiental.
“Como repito, nadie estaría seguro ni siquiera de tomar agua en El Salvador, y cuando -digo nadie- incluyo al presidente de la república, los diputados y turistas extranjeros que quieran venir a El Salvador”, manifestó.
“No se puede vivir sin tomar agua, y si ese vaso o botella con agua que van a tomar se sabe que tiene cianuro o arsénico, nadie podrá vivir en El Salvador, en síntesis, será una catástrofe para El Salvador”, alegó Sermeño.
Cambio climático y crisis ambiental
Carolina Amaya, del Equipo de Dirección de la UNES, dijo que esta situación extrema ambiental que afecta diferentes ecosistemas del país, también impacta de igual manera las poblaciones más vulnerables, que se eleva con la principal amenaza del cambio climático.
“La Organización Meteorológica Mundial, el 11 de noviembre pasado, presentó este 2024 como el año más cálido desde que se tiene registro. Y el decenio más cálido desde el 2015, es decir, es un problema grave que tiene afectaciones y que nosotros en nuestro balance ambiental, exponemos sus impactos y efectos inducidos”, dijo.
“Hacemos notar que los datos son generales porque no hemos encontrado datos oficiales de país, como en la relación entre el aire y cambio climático, las partículas que contaminan la atmósfera. La OMS alerta que 9 de cada 10 personas respiramos aire contaminado, es decir, que casi todos y todas no nos escapamos”, indicó Amaya.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud ha alertado que cada año, casi 7 millones de personas mueren por esa aspiración de las partículas que contaminan la atmósfera y que son generadas por el cambio climático.
Un 24% de todas las muertes por cardiopatías en adultos también están vinculadas a estas mismas partículas contaminantes. Y un 25% de las muertes cardiovasculares, están vinculadas a esa contaminación altamente nociva para la salud.
Franja marino costera en constante depredación
“Sabemos también que el cambio climático genera eventos extremos, y que amenazan el hábitat marino-costero con más intensidad, siendo estas las barreras vivas de protección no sólo de los habitantes que viven el lugar, sino también con ecosistemas que son vitales para el desarrollo de la vida de otras especies y medios de vida de las personas”, manifestó.
“En los últimos 50 años hemos perdido el 60% de ese bosque y hay una amenaza invasiva que es la proliferación de proyectos turísticos para el territorio marino costero, lo que se convertirá en una amenaza a este ecosistema fuente de vida, y barrera imprescindible y necesaria para estos eventos extremos asociados al cambio climático”, expresó Amaya.
A esto se suma la contaminación de suelos por fertilizantes y pesticidas que afectan la agricultura y la salud de la población que están permanentemente en exposición a estas sustancias altamente tóxicas como el cultivo de la caña de azúcar y otros monocultivos.
“La industria cañera, con el uso del glifosato, sigue siendo una materia muy pendiente que queremos resaltar en El Salvador, que tiene un impacto grave en las zonas costeras, quienes reciben todos estos contaminantes, todos estos sedimentos de las cuencas altas y medias”, indicó Amaya.
Minería metálica es inviable
Luis González, también del Equipo de Dirección de la UNES, consideró, que de cara al balance ambiental que presentaron, los principales retos que se le presentan al actual gobierno es cumplir las políticas públicas y legislaciones ambientales.
“Es preocupante que el MARN tenga 5 millones de dólares menos para el año 2025, cuando sabemos de la crisis que vivimos. Y estas asignaciones obviamente, estos recursos financieros que les colocan a las instituciones de Estado, se pueden ver que tanta es la apuesta a un tema”, reiteró.
“Creemos que es importante apostar al tema ambiental que es fundamento de la vida y bienestar de la población, en ese sentido la primera medida del gobierno es cumplir la legislación ambiental, revisar la necesidad de nueva legislación como seguridad y soberanía alimentaria, cambio climático, y reformas a leyes existentes para un adecuado seguimiento a la conflictividad socio ambiental”, consideró González.
En el tema de la minería metálica, opinó que era lamentable “que haya una valoración de volver a la minería metálica”, cuando es una industria altamente contaminante por los daños que causan en el medio ambiente y muchos de ellos, irreversibles en un país con poca extensión territorial y alta densidad poblacional por kilómetro cuadrado.
“No sería adecuado permitir una industria que es inviable en el territorio nacional, está comprobado técnica y científicamente. Hay minería en Canadá, Estados Unidos, México o Venezuela, países extensos que tienen sus propios impactos ambientales”, argumentó.
“Por el contrario, en El Salvador, con el nivel de degradación ambiental y todo lo que hemos señalado en nuestro balance ambiental, creemos que no es permisible tener ese tipo de industria por los daños gravísimos que tendríamos a nivel nacional”, reafirmó González.
Entre las recomendaciones de la UNES, desde su balance de 2024, Naomí Dueñas, coordinadora territorial, indicó que es importante que el órgano Ejecutivo, observar con mayor detenimiento las decisiones políticas de facilitar aprobaciones a proyectos de desarrollo sin una adecuada evaluación del impacto ambiental que tendrá cada uno.
Al órgano Judicial, la UNES le recomienda desarrollar más actividades para proveer de información a la población, sobre el funcionamiento y atribuciones de los Juzgados Ambientales y a otras instancias del Estado en legislación ambiental, interpretación y el estricto cumplimiento de los dictámenes.
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