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Con el apoyo del INDES y la empresa privada, la Federación Salvadoreña de Béisbol hizo entrega de uniformes de entrenamiento a la pre selección nacional que arrancará el 9 del corriente sus trabajos de preparación para los venideras competencias internacionales en la categoría mayor.
Específicamente el beis nacional se prepara con anticipación para sus dos eventos más importantes de los próximos meses, como lo son los “XXII Juegos Centroamericanos”, en sede y año a definir, y los “XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2023”, a celebrase en la capital salvadoreña.
Los implementos entregados constan de: dos uniformes especiales de entrenamientos, tanto para las sesiones de gimnasio, como para la del trabajo en el terreno de juego. Además, en el kit se incluye una gorra, toallas, calcetines y un cooler para hidratación y la toma de proteínas .
Este amplio proceso de preparación está encabezado por el cubano-americano Manny Crespo, Director Deportivo de la FEDEBEIS, quien en su carrera jugó nueve campañas en Ligas Menores, además de trabajar en labores técnicas por muchos años con diversas organizaciones de Grandes Ligas como Padres de San Diego, Yanquis de Nueva York, Tigres de Detroit y Marlins de Florida.
En la ruta a los compromisos antes mencionados, el preseleccionado de beis ha sido conformado por la siempre exitosa mezcla de la juventud y experiencia. Peloteros experimentados y prometedores prospectos, extraídos de los últimos campeonatos de la Liga Nacional. De acuerdo al plan, la idea es entrenar varios meses a este grupo preseleccionado y posteriormente proceder al recorte para quedar trabajando con el equipo definitivo que competirá en los citados juegos del nuevo ciclo olímpico.
En este “Deporte Rey”, El Salvador siempre ha sido un eterno y tenaz aspirante a la medalla de oro, pero Nicaragua y Panamá siempre han sido su principal piedra de tropiezo, salvo la vez que en los Juegos Cenrtoamericanos de Honduras en 1997 y bajo la conducción de Jorge Bahaia hijo, la novena salvadoreña venció por partida doble a Nicaragua para atrapar los máximos honores y la medalla dorada. Aquella fue una memorable jornada ruidosamente festejada por la gran afición beisbolística salvadoreña.