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Alegría, cialis unhealthy algarabía y gozo fueron emociones vividas, esta mañana, en la cripta de Catedral Metropolitana, lugar donde reposan los restos mortales del Beato Salvadoreño Monseñor Oscar Arnulfo Romero, que este día llega a sus 98 años de nacimiento, por tal razón, la Comunidad de la Cripta celebró esta mañana el natalicio del arzobispo, recordando la necesidad de unir al pueblo salvadoreño por la paz.
Con las mañanitas y el feliz cumpleaños, decenas de feligreses celebraron con el Beato Romero su natalicio, donde la alegría se desbordó desde los ojos de los feligreses que con una sonrisa celebraron la vida de una hombre que luchó por aquellos sectores más vulnerables.
Humildad y sencillez son valores más significativos del Beato Romero, quien nace un 15 de agosto de 1917, en Ciudad Barrios, San Miguel, en un hogar modesto y humilde, por lo que desde pequeño conoció su “sentir con la iglesia”.
María Sánchez recordó que dado a su apego al pueblo y a la feligresía, Monseñor Romero le gustaba celebrar con aquellos sectores a quienes llamaba hermanos y por quienes dedicaba su obra de paz.
Para ella, este día es de alegría y gozo porque se celebra la vida de un hombre que demostró siempre estar a favor de las causas nobles: “este día, para mí no tiene significado de tan importante que es, porque Monseñor está intercediendo por todos en el cielo”, comentó.
Música, teatro y danza, fueron ejemplo de lo vivido, hoy, en Catedral Metropolitana, donde la feligresía salvadoreña celebró como hermanos los 98 años de Monseñor Oscar Romero, que este año tiene más connotación debido a que continúan celebrando que la Iglesia Católica beatificó, el pasado 23 mayo, al obispo salvadoreño.
“Este es un acontecimiento importante, estamos celebrando las bendiciones que ha recibido el pueblo salvadoreño, por medio de hombre santo, que luchó por los derechos humanos y la igualdad entre ciudadanos”, explicó María Teresa Alfaro, representante de la Comunidad de la Cripta.
Oraciones y cantos, alabanza fueron parte de la celebración que la feligresía recordó a un hombre que representa paz para El Salvador, “En esta celebración, es el momento para que unamos nuestras voces y manos para pedir por la paz del país”, agregó Alfaro.
“Monseñor Romero habló siempre el lenguaje del amor ” : Hermana Silvia Barrera
Silvia Barrera es Carmelita Misionera de Santa Teresa, en el Hospitalito Divina Providencia trabaja junto a la congregación como agricultora en el huerto orgánico y en la atención de enfermos terminales con cáncer, quien recordó el vínculo de amor que comparten con Monseñor Oscar Arnulfo Romero
“Para Monseñor Romero, antes de su comodidad estuvo su pueblo, los enfermos, la niñez; él siempre habló el lenguaje del amor y la justicia”, dijo. Reconoció que no conoció directamente a Monseñor Romero, pero los testimoniales que por generaciones se vienen dando entre las hermanas Carmelitas que atienden el “hospitalito” le ha permitido dimensionar el vínculo de amor filial que naciera en la década de los años ochenta.
“Monseñor venía (al hospitalito) desde cuando estaba en (la Diócesis) Santiago de María y cada primero de mes venía a la hora santa, a la misa, y nunca se iba sin saludar a los pacientitos a los que daba palabras de consuelo y caricias; y en 1977 siendo ya Arzobispo de San Salvador les preguntó a las hermanas si podía vivir aquí -las hermanas se sorprendieron, era el Arzobispo- pero él tan humilde… cuando supo que había un cuartito atrás del altar en la capilla, les respondió -para mí es un castillo- cuando hay tanta gente que vive en champas de plástico y cartón”.
La construcción de su casita dentro del terreno del hospitalito fue idea de la Hermana Lucita -que no le gustó a Monseñor Romero- comentó la hermana Silvia, pero la decisión de ella continuó y para tranquilizarlo le dijo que se construía una bodega.
“Para su primer cumpleaños y viviendo ya en el hospitalito, fueron los pacientitos quienes le entregaron la llave de su casita… él se los agradeció y las hermanas que en ese momento eran 11 ya mayores, que no eran oncólogas, ni psicólogas, pero daban cuidados a los pacientitos y utilizaban el lenguaje del amor y la generosidad de Monseñor Romero. Siempre dijo del hospitalito -aquí es mi Betania- (su hogar, su familia)… pero también, fue su Golgota (por su muerte martirial)”, manifestó.
María Teresa Henríquez, coordinadora adjunta del Comité Nacional Monseñor Oscar Romero, conmemoraron el natalicio 98 del Beato, con un conversatorio y la celebración de la palabra.
Está convencida que Monseñor Romero fue el primer defensor de los derechos humanos de su pueblo, a tal grado que ofrendó su vida y sangre en la búsqueda de la paz y la justicia.
“Es un gran legado porque se desligó de cualquier poder o bienestar personal, para dedicarse a vivir con entrega total a la gente, aquí en el hospitalito trabajó con las hermanas para que recibieran los pacientitos atención paliativa y respetar su dignidad”, comentó.
La prédica de Monseñor Romero incomodó a muchos de los benefactores del Hospital Divina Providencia que le quitaron la ayuda económica y lo hizo sentir mal, y quiso irse para que siguieran dando el apoyo económico a las hermanas Carmelitas, explicó Henríquez.
“Ellas fueron consecuentes y no lo dejaron ir … luego la Universidad Católica de Lovaina, en Belgica, le entrega un “Doctorado Honoris Causa” y le dan 10 mil dólares y ese cheque lo endosó y lo pasó al hospitalito Divina Providencia y cuándo le preguntaron si él no necesitaba ese dinero dijo… ellos lo necesitan más”, recordó.
Monseñor Romero: máximo exponente de la lucha por la defensa de los DDHH
Como un reconocimiento al compromiso y dedicación extraordinaria a la defensa y la dignificación de las víctimas de violaciones de los derechos humanos, y en la construcción de la justicia social, el diálogo y la paz en el país, el titular de Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), David Morales, declaró a Monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez como “Máximo exponente de la lucha por la defensa de los derechos humanos en El Salvador”. La declaración se dio a conocer el pasado 3 de agosto, en el municipio de San Jorge, San Miguel, con el acompañamiento de Comunidades Eclesiales de Base, donde el Procurador destacó la vida y obra de Monseñor Romero, quien es considerado una fuente inagotable de inspiración para los defensores de los derechos humanos alrededor del mundo, por su compromiso con la verdad, la paz, la justicia y la defensa de los derechos de la población en mayor vulnerabilidad y exclusión.
En diciembre de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró cada 24 de marzo, fecha en la que se conmemora el martirio de Monseñor Romero, como el “Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas”.
El procurador señaló que Monseñor Romero es el más insigne de los defensores de los derechos humanos en la historia de El Salvador, quien ofrendó su vida en defensa de la justicia social y la dignidad de las víctimas, en uno de los períodos más convulsos de la historia del país, frente a la represión, la violencia y la impunidad reinante, ejerció un valiente rol de denuncia de la injusticia estructural; fue procurador del diálogo y la paz, pero, sobre todo, llevó esperanza a las personas más afectadas por la barbarie de la guerra civil.
El pasado 3 de febrro, la Iglesia Católica promulgó un decreto reconociendo el Martirio de Monseñor Romero y el 23 de mayo se llevó a cabo la ceremonia de su Beatificación. El mensaje del beato continúa siendo semilla de esperanza para las víctimas del pasado y del presente que claman por la justicia, y para el pueblo salvadoreño que aún lucha por un destino en el cual brille incólume el respeto y la garantía de los derechos humanos.
Artistas se unen a la conmemoración del natalicio del Beato Romero
Un colectivo de 15 grupos de artistas organizaron el festival denominado “Del corazón del pueblo a Monseñor Romero”, con el objetivo de conmemorar el natalicio del Beato, y también para difundir el pensamiento del religioso.
Candelaria García, miembro del grupo Horizontes, comentó que los artistas se unificaron para dar a los salvadoreños un espectáculo para homenajear la memoria de Monseñor Romero.
Este es el primer festival de artes organizado para conmemorar la vida y enseñanzas del Beato Romero. “Recordando la memoria de San Romero de América, a San Romero del mundo, porque ya no es solo de El Salvador”, expresó Neftalí Ruiz, sacerdote de la Iglesia Católica Salvadoreña.
El colectivo de artistas es integrado por cantantes, poetas, músicos, actores de teatro, entre otras, además, durante el festival se expondrán en el parque Cuscatlán de San Salvador, expresiones artísticas, entre ellas pinturas elaboradas en honor al Beato.
Los artistas comentaron que el festival se coordinó desde junio, en un inicio contaban con la participación de pocos artistas, sin embargo, al pasar del tiempo se sumaron otros, totalizando 15 artistas en diferentes expresiones. “Cuando empezamos a invitar salieron 20, de esos quedaron 15, entre ellos hay solistas, poetas que van a participar, además de las exposiciones que se van a colocar en diferentes lugares”, externó García. El colectivo de artistas populares resintió la falta de apoyo para organizar el festival. “Los artistas estamos por amor a Monseñor Romero, por amor al arte, no vamos a ganar ni un cinco, al contrario lo hemos organizado con nuestros recursos”, aseguró García.
