@JoakinSalazar
“Entreguen los anillos antes que les corten los dedos”, fueron las palabras de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, recordadas por el Padre Juan Mendoza, misionero vicentino, de la Iglesia de San Jacinto, ante las problemáticas que enfrenta el pueblo salvadoreño con el tema de la reforma de pensiones, tema que urge al país.
El sacerdote vicentino presidió la misa que se celebró en la Cripta de Catedral Metropolitana, organizada por la Comunidad de la Cripta, en la que abordó el tema de “el Don de la Fe y la Esperanza”, valores que a su juicio deben permanecer en la actualidad ante los graves problemas sociales e injusticias que enfrenta El Salvador.
“Hemos sido comprados con el precio de la sangre de cristo, y que pese a las grandes dificultades personales, familiares y sociales”, explicó el sacerdote, al momento de detallar la importancia de mantener la fe y la esperanza.
El Padre Mendoza indicó que el país enfrenta una situación difícil, más aún con la conmemoración del día del trabajador, con el tema de las pensiones y las debidas reformas que se deben de realizar.
“En el día del trabajador se va haber esto de manera especial, la queja del pueblo y la falta de apoyo de los que tienen el poder económico, que se llevan el dinero para afuera, no pagan impuesto. Todos estos son problemas que como seres humanos nos descorazona y nos hace cuestionar ¿qué va pasar? ¿habrá solución? Solo sabemos que el Señor tiene la respuesta”, explicó.
De igual manera indicó que “Monseñor Romero seguiría denunciando, en la actualidad las injusticias con su pueblo: recuerdo aquello que dijo -entreguen los anillos antes que les corten los dedos-, hay gente que sigue siendo igual, pero si soltara un poquito de lo mucho que tiene se solucionaría un montón de problemas sociales”.
Y es que a juicio del Padre vicentino, Monseñor Romero denunciaría y llamará a conversión en el sentido práctico, de compartir, ser solidario, porque en El Salvador hay muchas injusticias, “por eso es que no se resuelven los problemas, mientras unos quieran estorbar a este proceso en beneficio del pueblo será difícil”, criticó el sacerdote ante la falta de voluntad de algunos sectores de derecha que no abonan al proceso de cambio.
“Hay que seguir luchando por la justicia social. El reino de Dios es amor, verdad, justicia y paz; pero para esto falta mucho, por lo que hay que seguir trabajando. Esto no ha terminado, algún día será perfecto en el cielo, pero mientras tanto decimos en el Padre Nuestro venga tu reino, este debe de comenzar acá”, afirmó.
Por otro lado, la misa de este tercer domingo de pascua, fue dedicada a la memoria de Israel Quintanilla, presidente de la Asociación de Lisiados de Guerra de El Salvador, y su hijo Carlos Zavala, quienes fueron asesinados hace dos años, luego de salir de la Marcha del Primero de Mayo.
La actual dirigencia de ALGES participaron de la Misa, no sin antes pedirle al Creador que ilumine a las respectivas autoridades y que se esclarezcan estos hechos de violencia contra miembros de la entidad.