Por: Rolando Alvarenga
El año 2017, a partir de los resultados obtenidos a nivel internacional, será recordado por el deporte salvadoreño como pobre y de pesadilla. Es que fue un año de muy contadas satisfacciones y de un claro estancamiento en la alta competencia con respecto de los demás países de la región.
Se esperaba que, con la actual gestión del INDES, el deporte recuperara el terreno perdido y que resurgiera en el nuevo ciclo. Las expectativas eran que el INDES apoyaría con todo al deporte de alta competencia; sin embargo, a la hora de los “quiubos” y la expectación
se quedo corta. Muestra de ello es el histórico y vergonzoso quinto lugar en la tabla general.
Y es que el INDES siguió enfocando sus baterías al Programa Éxito, beneficiando a cualquier cantidad de niños y niñas en las tres zonas del país, lo cual está bien para la recreación e iniciación de los chicos y chicas en el deporte federado.
Lo malo es que, a través de los años, ha quedado demostrado que muy pocos de estos niños y niñas han dado el salto al deporte federado de alta competencia, evidenciando que el deporte federado no puede estar
esperanzado a estos semilleros.
Obvio, este programa propagandístico tiene un alto costo económico para el presupuesto del INDES que, al mantener fija su partida estatal (de doce millones de dólares), tiene que hacer talla única sus recursos
para subsidiar al Éxito, pero con el consecuente perjuicio para el deporte federado.
Perjuicio que quedó evidenciado el año pasado, ya que las quejas federativas por la tardanza en el apoyo económico deportivo estatal estuvieron a la orden del día, volviéndose un dolor de cabeza.
En resumen, el INDES deberá hacer las correcciones del caso, entregando el pisto a tiempo, acorde a los planes de trabajo de cada federación que proyecta estar presente en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018. De lo contrario, si no se corrigen los errores de 2017, las cosas -deportivamente hablando- van a seguir igual o peor, escribiendo el epitafio y sumando más clavos al ataúd de los restosvmortales de lo poco que aún queda del otrora competitivo deporte salvadoreño.
*Los conceptos vertidos en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien los presenta.