Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
María Teresa, que mendiga desde hace cinco meses en las calles del Centro Histórico de San Salvador, con aparente estado de desnutrición, que entre sus bienes sólo cuenta con una frazada rota sobre su cuerpo, relata: “me abandonó mi familia, tengo 69 años, y ya nadie me da trabajo o donde vivir”..
María Teresa, como otros adultos mayores que deambulan en parques y plazas, ignora en su mayoría que como “sujetos de derechos” el Estado debe proporcionarles protección a través de la Política Nacional de los Cuidados, que recientemente aprobó el órgano Ejecutivo.
Y agregó, “ también por nuestra cultura y el marco simbólico heredado de esas responsabilidades la mayoría recae en las mujeres”, añadió.
La aprobación de la Política Nacional de Cuidados, en noviembre del 2023, por la administración del presidente Nayib Bukele, fue un “paso importante” para la Red por la Corresponsabilidad de los Cuidados, que pues es una oportunidad hacia la igualdad sustantiva.
Este tejido organizativo integrado por la Organización de Mujeres, que conforma la “Red”, la cual está conformada por ORMUSA, MSM, Las Dignas, la Concertación Feminista Prudencia Ayala, Mujeres Transformando, PRO-VIDA,Plataforma Global, CEMUJER, el Centro de Estudios de Género de la Universidad de El Salvador (UES) y OXFAM El Salvador.
“Como Red por la Corresponsabilidad retomamos la Ley de los Cuidados, como un derecho individual, universal y multidimensional en su doble vertiente, es decir : el derecho a cuidar y el derecho a ser cuidada”, afirmó Trejo.
“De aquí partimos, a esta articulación que nos permitirá dar seguimiento a las políticas públicas, y que marca la pauta en la atención a la población en general, pero en particular, para las niñas y mujeres”, acotó.
“La Red de Corresponsabilidad ha venido articulándose como un espacio que nos permitió un objetivo en común, compartir e inspirar hacia políticas públicas necesarias. Así como, conocer en lo que económica y socialmente consiste en la nueva normativa el valor que han dado a la actividad de los cuidados”, agregó.
“Le apostamos a los cuidados y sus aportes para generar cambios que posibiliten un reparto más equilibrado entre el tiempo y la riqueza, y la contribución de una mayor corresponsabilidad colectiva e incluso de igualdad”, reiteró Trejo.
Las propuestas de la Red apuntan a un marco conceptual, jurídico y normativo, formulado por las organizaciones de mujeres en “materia de cuidados”, así como también antecedentes y referencias que obtuvieron a través de diagnósticos situacionales para el análisis de las determinantes sociales salvadoreñas.
De igual manera, señalan que la transformación del modelo de los cuidados, que históricamente ha recaído en las mujeres, esperan que la política nacional, aprobada por el Ejecutivo, dé aportes a la institucionalidad en insumos y medidas para lograr un “nuevo modelo de corresponsabilidad”, que trascienda el hogar, comunidad, empresa privada y el Estado.
Es importante en términos estratégicos de la red, la apuesta a fomentar la cooperación y apoyo entre diversas organizaciones de la sociedad civil, nacional e internacional, con el fin de impulsar acciones orientadas a la educación y promoción de esta corresponsabilidad e incidir en los espacios políticos y decisión que son estratégicos en esta materia”, argumentó.
“Estamos dispuestas a presentar nuestra información, las medidas estratégicas del cuidado que tiene un enfoque de derecho, así también crear condiciones de avance tan necesarios a nivel de país. Hay necesidad de sensibilizar sobre la importancia de los cuidados como derecho y un deber compartido en la sociedad. Y por la importancia de los derechos humanos de las niñas y las mujeres”, sostuvo Trejo.
¿Existe una Crisis de Cuidados en El Salvador?
Julia Evelyn Martínez, economista femenista y consultora de Mujeres Transformando, que integra la Red por la Corresponsabilidad de los Cuidados, presentó su diagnóstico situacional, en el que refleja el contexto adverso sobre derechos humanos que se vive en el país. Además de la importancia de impulsar la Política Nacional de Cuidados, aprobada por el gobierno, la que debe ser acompañada de mecanismos que permitan su monitoreo, fiscalización social, pero, sobre todo, de la asignación de presupuesto.
“El contexto de los Cuidados en El Salvador, se encuentra en un marco de crisis social, y que se experimenta en la -economía de los cuidados-, es decir, ese sector de un país cuyo objetivo es la producción cotidiana de bienestar físico, emocional y mental de las personas, pues está en crisis”, afirmó.
“Todos los días las personas necesitamos de ciertos cuidados, ya sean físicos, emocionales y mentales, para que nuestro bienestar se pueda producir y reproducir. Y ese lugar en donde se produce ese bienestar está en las familias y comunidades, que en su mayoría son mujeres quienes lo realizan”, expresó Martínez.
La falta de conocimiento sobre el tema de los “Cuidados”, argumentó Martínez, se relaciona con el bajo conocimiento sobre este concepto, sumado al inexistente grado de “conciencia sobre estas actividades del día a día, que son los que aportan a desarrollar la vida de las personas que trabajan, estudian o requieren cuidados especiales por su edad o discapacidad.
Sin este trabajo diario de “personas cuidadoras” en los hogares y comunidades, no sería posible tampoco el funcionamiento de la economía y que este se refleja en la falta de bienestar que se produce en los hogares e instituciones públicas.
“Estamos enfrentando una situación de Crisis en los Cuidados, cuando 1 de cada 4 niños en El Salvador está en condición de abandono. Y que el 80% de las personas adultas mayores, que ya no tienen capacidad de laborar por su edad, no cuentan con pensión de vejez por lo que deben seguir trabajando”, observó.
“Enfrentamos una Crisis de Cuidado, cuando el 91% de la población salvadoreño tiene un tipo de déficit en cuanto a su vivienda.Y no olvidemos, que tenemos a más de 3 millones de personas que están en condición de emergencia o estrés alimentario”, recalcó.
Esta crisis social de cuidados, por su gravedad e implicaciones, reiteró Martínez, se extiende a diversos ámbitos como la educación, y citó las cifras oficiales sobre el bajo rendimiento educativo de los estudiantes en las escuelas públicas.
Las autoridades gubernamentales no las analizan ni las relacionan con las condiciones de desnutrición que se caracteriza en los primeros tres años de vida de niños y niñas en pobreza.
“Sabemos, a esa edad se da el desarrollo de las neuronas, conexiones neuronales y la corteza cerebral de esta niñez que queda atrasada por falta de nutrición. Y esto se refleja en la disminución del coeficiente de inteligencia, que a su vez, es menor el desempeño educativo, luego viene la baja productividad de la mano de obra y claro los bajos salarios”, explicó la economista feminista.
Con esta realidad ya aclarada, lo lógico es que si queremos mejorar la productividad de la economía y mejorar los salarios, pues se deben hacer fuertes inversiones en el área de nutrición y salud, sobre todo, en la primera infancia para generar la transformación”, indicó.
Seguridad pública ¿A qué costo?
En el tema de seguridad pública, Julia Evelyn Martínez consideró que si bien el problema de los grupos delincuenciales identificados como pandillas o maras, parece estar “contenido” por el momento, este sólo ha sido resuelto en la forma de represión por parte de la institucionalidad al suspender su actividad a escala territorial.
Sin embargo, aclaró que han dejado vacíos y el abordamiento de las causas que provocan que adolescentes y jóvenes “tengan inclinación a vincularse o ingresar a uno de estos grupos”, sin que el Estado de Excepción, que lleva 2 años de vigencia, los haga declinar.
“¿Por qué sucede esto?, bueno, porque allí falta la atención en salud emocional, allí falta de orientación, allí falta enseñanza y la de relacionarse con otras personas. No hay aquí procesos de socialización de los jóvenes y al final tenemos juventudes que son presa fácil de estos grupos delincuenciales”, reiteró Martínez.
Los retos de la Política Nacional
La economista señaló que estos desafíos se abordan principalmente “tomando conciencia y conocimiento”, como lo ha sugerido también la CEPAL, en cuanto a que los gobiernos deben trabajar en la participación de la sociedad y cuestionarse la profundidad de la crisis de los cuidados en el país para buscar soluciones integrales.
Otro desafío que tienen las autoridades es que a partir de tomar conciencia y conocimiento de esta crisis, como van a disponer el trabajo para formular estas políticas públicas de los cuidados tanto a escala nacional como municipal y distrital”, reafirmó.
“El tercer desafío es el financiamiento que debe ser suficiente, para la ejecución de esta normativa. En El Salvador se ha dado ese gran paso con la Política Nacional de Cuidados, entonces, esperaríamos ciertas actividades, acciones y estrategias para que se ponga en marcha y funcione por el bienestar de salvadoreños y salvadoreñas”, puntualizó Martínez.