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2) ALIMENTACIÓN POR GOTERO
Los goteros son fabricados de material flexible o rígido, de plástico y también de vidrio. Vienen calibrados según el volumen o cantidad de líquido, que se requiere administrar al niño desde 1 ml. hasta 5 ml., que es equivalente a una cucharadita. Su uso requiere de paciencia y tiempo. Como es por conveniencia, tanto para el niño como para la familia, es bueno cultivar la paciencia. Nos conviene.
Está indicado en bebés con succión débil o con dificultades anatómicas:
1. Prematuros, niños con peso bajo al nacer o con talla baja al nacer.
2. Niños con daño cerebral.
3. Niños con labio leporino o con paladar hendido, que no ha sido corregido prontamente o en forma adecuada completa.
3) ALIMENTACIÓN CON CUCHARITA
Hablo de la cucharita que se usa para servir café instantáneo o azúcar. Su indicación es la misma que el gotero. Hay cucharitas de plástico, de metal o de metal recubiertas con plástico.
4) ALIMENTACIÓN POR VASITO
La alimentación con vasito plástico flexible o con la copa de plástico flexible, es muy conveniente pero también requiere de paciencia y tiempo. Los bebés recién nacidos pueden ser alimentados por medio de vasito o copa, pudiendo descartarse el frasco con biberón. Ver Fig. #27, 28, 29 y 30.
Son baratos y su limpieza es fácil. Se consiguen en las farmacias o en tiendas dedicadas a vender productos para niños. También podemos utilizar los vasitos medidores de plástico, que acompañan a los frascos de medicinas para niños. Vienen graduados desde 1 ml. hasta 30 ml. ¿Cómo se usa? Se aprieta el vasito por el medio, con la leche, de modo que se forme un piquito como pichel para facilitar la tarea. Tome al bebé en brazos, sentado, póngale babero para absorber el derrame de líquido, sí lo hay. Acerque el vasito a los labios del bebé. Él extenderá los labios y abrirá su boca. Deposite el líquido despacio, permítale tragar. Descanse y repita la operación. Hágalo con delicadeza, paciencia y atención a lo que hace. Inténtelo, auxílielo si es necesario.
También podemos usar el vasito o copa de vidrio que se usa para medir licores. Hay de varias formas. Si se quiebra es dramático. Cuidar que no se caiga. La copa de metal también se puede usar. Hechas de aluminio o acero inoxidable son fáciles de lavar y esterilizar. Duran mucho más.
5) ALIMENTACIÓN CON BIBERÓN
Llamado también mamadera, pacha o mamila, tetina dependiendo del país en que vivamos, así será el nombre que tomará éste instrumento usado para alimentar a nuestros niños.
El nombre de pacha o pachita, usado en nuestro país, se debe a que antes de aparecer los frascos de vidrio o plástico de fábrica, existían en nuestras ciudades frascos de vidrio con licor o aguardiente, que vendían en cantinas públicas legales para los alcohólicos.
Estos eran unos frascos pachos, que eran ocultados fácilmente de las autoridades policiales al meterlos en el bolsillo trasero del pantalón, en donde se ocultaban fácilmente. Estos frascos pachitos, al ser descartados después de vaciar su contenido, se les lavaba y luego se les adaptaba un biberón de hule, como el material de las vejigas o chiras de color rojo, muy grandes, muy flexibles por ser de paredes delgadas, dando origen de éste modo a una forma peculiar y alternativa para la alimentación del bebé.
También de ese instrumento surge la palabra “empacho” y la frase “está empachado”, que el folklore de nuestra gente usa para nombrar al niño que convalece o no se ha curado de diarrea, se deshidrata, pierde el apetito y pierde peso. Nombrándose así a los niños que maman en pacha o en pachita que les da el “empacho” o “se empachan”. Falta acá señalar que el “empacho”, es causado no por la pacha en sí misma sino por ingerir la pacha estando acostado, lo cual produce infecciones agudas o crónicas de los oídos y cuyo efecto difundido a todo el cuerpo produce una gastroenteritis aguda o crónica de tipo parenteral, llamada así por los médicos y asociada al parasitismo intestinal. Se da la contradicción de que un niño sufre de diarrea crónica por infecciones crónicas de los oídos, y continúan dándole el biberón o la “pacha”, acostado lo cual perpetúa la otitis. Ver Fig. # 31, 32, 33 y 34.
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