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Utensilios para alimentar a los bebés

Dr. Fredy Rosales Meyer
Médico Pediatra, Neonatólogo.

Continuación…

Se sienta al bebé en su silla, porta-bebé o en el regazo de la niñera.

Sí en algo se diferencian los niños de buena educación con los de nivel educativo bajo, es en que el pobre se toma su biberón solo y acostado, enfermándose así; y el de mejor condición económica se toma su biberón sentado y asistido por la niñera o la madre por lo que es más sano. Observémoslo y lo comprobaremos ¡Imitémoslo!

No es la condición indispensable ser pobre o rico para que su niño sea sano, sino por tomar su biberón como Dios manda, sentado y asistido.

Con solo eso se ahorra dinero y enfermedades. El pobre se hace más pobre por los gastos innecesarios de medicinas y enfermedades. Se lo aseguro. Así de sencillo. La pobreza disminuye o aumenta, según la forma de alimentar a los niños: sentado o acostado. Asistido o solo.

Si en el caso de que los niños sean gemelos y no hay dos personas o más que ayuden, se les educa o entrena a que primero se tendrá que alimentar a uno, el que tenga más hambre; y luego, a continuación, al otro. Funciona perfectamente, tanto así si son alimentados al seno materno o con biberón. Tener a un niño único enfermo es delicado y si son dos niños los enfermos es peor, porque da la coincidencia que cuando uno enferma el otro también se enferma y la causa es la misma: ambos comen acostados. La morbilidad o complicación es alta y la mortalidad también. Si fallece uno de ellos la mortalidad es del 50 %. No se debe permitir tal desgracia. Doble niño, doble problema, doble solución. Ver Foto # 41, 42 y 43

c) Agujeros múltiples

Cuando se compran los pepes o biberones, generalmente los compran sin saberlo y no se observa que tienen tres agujeros hasta que llegan a casa y los van a usar. La diferencia con el pepe de un solo agujero, es que cada agujero se suma al flujo de salida del líquido a ofrecer al bebé y forma una cascada, que hace que el niño se ahogue pues no alcanza a tragar con la velocidad necesaria todo el líquido que le sale. Un biberón entre más agujeros tiene, también da más problemas.

d) Agujero grande o agujerón (megahoyo):

El agujerón aparece como una solución cuando la madre ve que el niño llora, porque no le sale el líquido que le ofrece, se desespera, la solución que le encuentra al problema es hacerle el hoyo más grande al pepe, para que el contenido fluya fácilmente o para que el bebé se beba luego el contenido ofrecido: agua, jugo, leche o leche con cereal. Si el niño toma el biberón sentado y asistido se ahoga, si lo toma medio sentado o acostado, la cosa es peor. De modo que la solución que la madre inventa se vuelve problema y le complica la salud al niño. No hagan esto, es mejor cambiar la forma de ver las cosas.

e) Alergias al material del pepe

Aunque poco se piensa en este tipo de alergias o no se reconocen, sí las hay, tanto por el material de fabricación como el colorante que le agregan al hule o plástico. Sus signos y síntomas son estomatitis o inflamación de la boca con enrojecimiento, dolor con ardor y salivera (sialorrea). También agrietamiento de los labios (queilitis o queilosis) lo mismo que anginas o ulceraciones con faringomigdalítis, que también se acompañan de salivera. Fuera de la boca se puede observar rinitis alérgicas o catarros repetidos, sinusitis, otosinusitis alérgicas y otros que los médicos debemos de tener siempre en cuenta.

f) Toxicidad de los biberones

Tanto el biberón de hule como el frasco de plástico, con el proceso de esterilización que generalmente se usa en los hogares, desprenden sustancias químicas tóxicas y cancerígenas como las dioxinas y lixiviados, que son altamente dañinos para los niños, siendo este otro motivo para no alimentar a los bebés con el frasco biberón plástico y buscar una alternativa menos riesgosa para hacerlo. Probablemente el simple lavado con jabón y agua potable tratada confiablemente, sea suficiente para mantener los biberones y frascos limpios e higiénicos. Hágalo nomás el niño desocupe el frasco, si lo deja para después, como suele ocurrir, ya tendrá bacterias colonizando los residuos de la leche. No use el agua que queda de la esterilización de los frascos y biberones. Descártela.

*EL VASO ENTRENADOR

El vaso entrenador o vasito entrenador, como gusta a las madres llamarlo, es un utensilio muy útil para adiestrar a los niños lactantes, que están en proceso de adiestramiento y aprendiendo a tomar en taza.

Puede usarse a la par de que toma el seno materno para proporcionar, asistidos, agua complementaria a la leche materna, jugos y refrescos. Algunas madres le dan un uso inadecuado al administrar bebidas carbonatadas.

Otra de las indicaciones para introducir a un niño en el uso del vasito entrenador, es cuando la madre que trabaja deja leche materna de reserva para que se le suministre a su hijo en su ausencia por la persona que lo cuida en lugar de que usen el frasco biberón.

Puede usarse en el proceso de destete del seno materno y la suplementación de leche de fórmula. En forma alternada: Leche materna o seno materno más fórmula. Sustituye y aventaja al frasco biberón por sus beneficios. También se usa para suministrar leche de fórmula una vez el bebé deja el seno materno.

El vaso entrenador es un utensilio conocido por una cantidad de nombres y mucho menos, que por el nombre propio que describe su función: tetero, juguero, pichelito, piquero, piquito, cumba, cumbita, churumba, churumbita, bebedero, pichinga, pichinguita.

Los materiales y formas, capacidad y calidad son variadas: fabricados en plástico rígido o flexible, transparentes u opacos, coloreados, cilíndricos o con formas fantásticas de animales, que como ya se ha dicho engañan a los niños. Adaptada a la tapadera del vaso trae una prolongación plana con una boquilla, piquito, con agujeros. Uno, dos o tres agujeros. Al inicio del proceso de entrenamiento se usa el frasco con un agujero y se cambia al de dos o tres agujeros, según el dominio del niño para tragar la cantidad de líquido que le sale. No se debe de usar el vaso entrenador con tres agujeros al inicio, el niño se asustará y podrá ahogarse.

La tapadera se desarma para poder administrar líquidos directamente en la boca del frasco, la cual tiene una curva de una taza o de un vaso; el frasco de inicio tiene que ser de pequeño como una taza pequeña y a según el tamaño de la mano y boca del niño.

Tiene una desventaja que no tiene que ser vista como tal. Si el niño se acuesta para beber el líquido, este se derrama sobre el niño y él se da cuenta de que no es posible usar el vasito entrenador estando acostado y que hay que permanecer sentado o de pie para su uso adecuado. Esa es la lección del entrenamiento.

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