Dr. Fredy Rosales Meyer
Médico Pediatra, Neonatólogo.
Por supuesto que con el vaso entrenador, y dependiendo de la edad y de la agilidad del niño se puede sufrir de asfixia por lo que la madre no debe dejar solo al niño y tiene que advertirle de que no se tiene que acostar, caminar o ir en un vehículo para tomar el líquido del vaso. Si el bebé es menor de edad la madre siempre lo tiene que asistir en el uso del tetero.
Previo a lo escrito en esta página se les ha dicho que un bebé desde recién nacido, puede tomar en un vasito plástico. Se ha explicado también el procedimiento, por lo que para mí es más conveniente alimentar a un bebé con un vaso entrenador, que solo tenga un agujero en la boquilla del vaso y obligar de este modo a que la madre asista al niño en el proceso de tomar cualquier líquido. Poco a poco se podrá ir abandonando el uso del frasco biberón. Señora madre, entrénese usted también a usar el vaso entrenador con su niño pequeño, de seguro resolverá problemas que se presentan con las pachas.
También hay un vaso entrenador que trae adaptada un popotito o pajilla. Sorprende como un niño pequeño se adiestra en su uso y deja de enfermarse de las vías respiratorias. Es tan fácil abandonar el frasco-biberón que vale la pena intentar otros utensilios. Pero recuerde: hay que advertirle a su hijo del uso del vaso entrenador y vigile lo emplee bien y también recuerde que el uso del vaso entrenador es transicional. Entre la pacha y el vaso o la taza. Eso le agrega independencia y estimula el desarrollo de los niños.
MANIOBRAS PARA PROVOCAR EL ERUCTO EN LOS NIÑOS LACTANTES MENORES
a) Póngase al bebé sobre el hombro, una mano sobre la espalda del bebé y la otra bajo los glúteos. Procure que el estómago del bebé quede un poco arriba de su seno.
Dele palmadas firmes pero suaves en su rabadilla y déjelo deslizarse hacia abajo, de modo que su seno haga presión sobre el estómago del bebé. Las palmadas de su mano sacuden el contenido del estómago y hace que el gas forme una sola burbuja de aire, el cual saldrá expulsado por la presión de su seno sobre el estómago del bebé. Inténtelo varias veces hasta que aprenda. No se de por vencida. Si es primeriza le costará aprender, pero no se le olvidará. El bebé debe eructar entre la mamada de un pecho y del otro, al final, por lo menos en tres veces. Si regurgita un poquito de leche, límpielo con un babero. No lo limpie con el pañal o con la mano. Recuerde que en los pañales de tela el bebé orina y hace pupú. Están contaminados. Lo mismo puede pasar con la mano. ¿De acuerdo?
B) Si desiste de aprender la anterior técnica, hay una segunda, pero menos segura para el niño y menos fácil. Ponga al bebé boca abajo sobre sus rodillas, mueva suavemente las rodillas de abajo hacia arriba, dele palmadas suaves y firmes sobre la rabadilla del bebé.
Eructará fácilmente pero casi siempre el eructo arrastra leche y puede aspirar. Esté atenta a ayudarle. Levántelo despacio y con cuidado. Límpielo con el babero o papel toalla.
La dimeticona o simeticona
La mayoría de las madres primerizas, por la falta de experiencia práctica y educativa, tiene dificultades para hacer que un niño eructe y expulse los gases ingeridos durante la alimentación ya sea al seno materno o por bote-biberón. El mismo bebé por la inmadurez de su sistema nervioso y muscular no tiene fuerza en el abdomen, para expulsar el gas deglutido, tragado y producido a nivel del estómago durante el proceso de digestión. Durante el amamantamiento, por ser los senos maternos un sistema sellado, la cantidad de aire tragado cuando el niño ingiere la leche es mínima sí mama sentado; y aumenta considerablemente si es alimentado en cualquier otra posición utilizada en el amamantamiento. Cuando el bebé es alimentado por medio de un frasco-biberón la cantidad de aire que el niño ingiere se multiplica mucho más, que cuando es alimentado al Seno materno a causa del aire residual que el frasco mantiene en el fondo. La cantidad de aire también se multiplica si el niño ingiere el contenido del biberón permaneciendo acostado como suele suceder.
En ambos casos, ya sea si es alimentado al seno materno o con biberón, hay riesgo de que el bebé al eructar pueda aspirar lo ingerido y producirle una asfixia y la muerte. El riesgo, por supuesto es más probable sí el niño se encuentra acostado y eructa con expulsión de contenido alimentario.
El aparecimiento del fármaco conocido como Dimetilpolixiloxano, Dimeticona o Simeticona ha venido a ser una solución para resolver el problema de la ingestión de aire por los niños recién nacidos a la hora de su alimentación. Es un medicamento, entre los pocos, que sí actúa y es muy útil para lo que se dice que es útil. Es inocuo, gentil, no tiene reacciones adversas e indeseables y su efecto cuando se emplea a la dosis recomendada es compro- bable. Es un medicamento que en realidad favorece a las madres, que se encuentra en el proceso de aprendizaje del cuidado de un bebé.
Hacer eructar bien y a tiempo, con la técnica adecuada, es de primordial importancia en el cuidado de la salud de un niño. Que un niño eructe los gases parcialmente o completamente es importante para lo que sigue: DORMIR.
EL MECANISMO DE ACCIÓN DEL DIMETICÓN
Actúa agregando o juntando las innumerables pequeñas burbujas de aire ingeridas por el niño o producidas, dentro del estómago del niño producto de la digestión de los alimentos o por la presencia indeseable de parásitos, cuando estos ya están presentes producto de la contaminación de los alimentos o de la ingestión de los mismos por las manos y uñas sucias del bebé. Ver Fig. 44
Las burbujas de aire se unen una a una y se van formando burbujas de mayor tamaño, así pueden ser expulsadas sin mucho esfuerzo del bebé por la fuerza del abdomen del niño y por la maniobra aplicada por la madre para forzar el eructo.
Un buen consejo es que se intente que el bebé eructe en dos o más tiempos. Al terminar de vaciar el primer seno o chiche, debe eructar una o dos veces, al final del amamantamiento tiene que eructar dos o más veces. La madre tiene que estar segura de que el niño eructa, el sonido es peculiar y luego la madre aprende a identificarlo por el temblor que se siente y que proviene del cuerpo del niño. Para acostarlo a descansar o dormir tiene que estar segura de que ha expulsado el aire. Si el niño ingiere poco aire al mamar eructará pocas veces y suave o no eructará, en especial los niños que maman sin prisa o que primero se les ofrece el seno materno menos lleno y luego el más repleto. Sí el niño come con prisa, como que, si le van a quitar la comida, tragará más aire de lo normal.
Sí el bebé se alimenta por frasco-biberón el proceso se hace también en dos tiempos. Cuando el biberón tiene un agujero insuficiente para que salga el líquido ofrecido, así como sí el agujero es muy amplio el bebé traga más aire; o se enoja porque no le sale nada. Sí el agujero es grande el niño aprende a comer de prisa y no paladea el sabor del alimento. La primera fase de la digestión de los alimentos comienza en la boca y el niño alimentado con frasco-biberón, solo traga la leche sin tener la oportunidad de entretener los alimentos embolsándolos en la boca, tanto para saborearlos como para digerirlos. Esta es una de las razones de que el niño que toma biberón sufra la mala digestión, timpanismo, dolor abdominal y retortijón. Aquí actúa perfectamente la Dimeticona aliviando los síntomas.