LONDRES/Xinhua
Una vacuna china en pruebas contra la COVID-19 basada en el virus SARS-CoV-2 inactivado es segura y desencadena una respuesta de anticuerpos, según un pequeño ensayo clínico randomizado en fase inicial publicado el jueves por la revista «The Lancet Infectious Diseases».
El ensayo, en que participaron personas de entre 18 y 80 años, descubrió que se generaba una respuestas anticuerpos en todos los receptores. En aquellos de 60 años en adelante la respuesta fue más lenta y se detectaron anticuerpos a los 42 días, en comparación con los 28 del grupo de edad entre 18 y 59 años.
El objetivo del estudio no era evaluar la eficacia de la vacuna, así que no es posible determinar si la respuesta inducida por la vacuna, denominada BBIBP-CorV, es suficiente para proteger del contagio del SARS-CoV-2.
Los autores subrayaron también que la interpretación de los resultados del estudio está limitada por la corta duración del seguimiento.
Según «The Lancet», en estos momentos hay 42 vacunas para la COVID-19 en fase de pruebas. Su tipo varía y así hay vacunas de ADN plasmídico, vacunas de virus inactivados, vacunas basadas en vectores de adenovirus, vacunas de ARN, vacunas de subunidades de proteínas y vacunas basadas en partículas similares a virus.
Algunas han mostrado ya su seguridad y capacidad para desatar una respuesta de anticuerpos en la fase inicial de los ensayos.
«Nuestros hallazgos indican que se necesita una dosis de refuerzo para lograr respuestas de anticuerpos mayores contra el SARS-CoV-2 y que podría ser importante para la protección. Esto nos da información útil para la fase 3 del ensayo», dijo Yang Xiaoming, uno de los autores del estudio y profesor del Instituto de Bejing de Productos Biológicos.