Página de inicio » Letras y Arte » Valentín Estrada, el padre de la escultura salvadoreña que murió en la pobreza
Armando Solís, pintor. Foto Diario Co Latino/Iván Escobar.

Valentín Estrada, el padre de la escultura salvadoreña que murió en la pobreza

@DiarioCoLatino

“Mi vida es una historia sin retorno. Los lamentos parecen fantasmas del pasado. Dios quiso que así fuera. Sin embargo, mi mecedora sigue balaceando. Lleva el ritmo acostumbrado. Las pocas fuerzas de mis manos doblan estas varas de bambú para adornarlas con flecos llenos de color para que vuelen mejor mis piscuchas…”, testimonio de Valentín Estrada, tomado del libro: “Yo, Atlacatl”, escrito por Armando Solís.

En la Casa de los Vientos, ubicada en el Mirador de Los Planes de Renderos, tuvo lugar el Conversatorio sobre la vida y obra de Valentín Estrada, el padre de la escultura salvadoreña, un hombre que viajó por el mundo, desarrolló un estilo propio y murió en su tierra en la mayor pobreza y abandono.

El conversatorio organizado por el Café de los Vientos y la Casa de los Vientos, en Los Planes de Renderos, lugar en el cual hoy en día se encuentra “un museo a cielo abierto” de la obra de Estrada, recordó el pintor salvadoreño Armando Solís, panelista principal del conversatorio y autor de la única biografía de Estrada, que nació en 1902 y falleció en 1987.

“La actividad busca visibilizar y rescatar la memoria de grandes maestros de las diferentes disciplinas, también traer personajes que nos han representado en el ámbito cultural, que han permitido el desarrollo de las artes en el país”, destacó el periodista y organizador del evento, Iván Escobar.

Por su parte, Solís señaló durante el conversatorio el amplio aporte que Valentín Estrada dejó al país. “Es uno de los grandes escultores de El Salvador, un gran maestro (…) hablar de Valentín, es hablar de una realidad triste del desarrollo de la escultura en El Salvador. Su famosa escultura Atlacatl, es su obra eminentemente representativa, tanto en la técnica como en el mensaje”, resaltó.

Muchos salvadoreños solo conocen hasta la fecha la famosa escultura del “Indio Atlacatl”, que en un inicio estuvo en la Avenida Independencia, en San Salvador, luego fue trasladada al centro urbano de la Colonia Atlacatl, siempre en la capital, lugar en el cual aún se encuentra, “pero que lastimosamente algunos alcaldes por hacerla ver bonita, la han pintado y sacado brillo”, comentó Armando Solís, quien además fuera uno de los alumnos de la academia de Valentín Estrada.

El pintor Solís, destacó que gracias a iniciativas del poeta Raúl Contreras, quien encomendó a Estrada, elaborar varias de sus obras que hoy forman parte de una muestra cercana de su trabajo en los diferentes centros recreativos del país. La misma Casa del Mirador cuenta con tres frisos, dos exteriores y uno interior, diseñados por el escultor.

“Yo, Atlacatl”, escrito por el pintor Armando Solís.
Foto Diario Co Latino/Iván Escobar.

“Valentín, es un personaje prácticamente desconocido, es un maestro vivió, viajó por Europa, estudió en España, pero desgraciadamente no lo supieron valorar, si no es por don Raúl Contreras, que era el director de Turismo, que le dio la oportunidad de decorar con muchas obras aquí en Los Planes de Renderos, gracias a esa iniciativa podemos apreciar muchas de sus obras, yo le cuento a Valentín alrededor de 250 esculturas”, mencionó.

Y es que la vida de Estrada, si bien desde joven estuvo marcada por el aprendizaje, la enseñanza y las experiencias en el extranjero, al retornar a su patria, vivió la marginación, la crítica artística, los celos profesionales, y marginación de toda una nación que le ignoró e invisibilizó hasta la fecha.

Armando Solís, recogió su testimonio y lo plasmó en el libro biográfico, el cual es hoy en día sin duda un documento importante, que rescata la esencia de la vida de uno de los grandes escultores salvadoreños. “Un hombre adelantado a nuestra época, sin duda”, dijo el periodista Escobar.

El conversatorio además contó con la participación artística de las pinturas e cantautoras Patricia Zuleta y Clary Martínez, quienes destacaron a través de la música la importancia de reconocer en vida la obra de los artistas. Solís, lamentó que hasta la fecha Estrada sigue esperando el reconocimiento que se le negó en vida.

Ver también

La muerte de Santa Claus (Cuento)

Miguel Ángel Chinchilla Tremenda trifulca se armó en las graderías populares del estadio: las barras …