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Con el objetivo de monitorear la calidad del aire, sovaldi un equipo de técnicos del Ministerio de Medio Ambiente realizó mediciones en los alrededores de la explanta QUIMAGRO, check en el cantón Loma de Gallo, sale San Luis Talpa. Además, visitaron las viviendas de las personas que días antes fueron evacuadas debido a los malos olores producto de los químicos que se almacenan en el lugar.
Una de las habitantes de la zona, Tomasa Lara, explicó que el problema duró tres días, pero que actualmente la situación ha vuelto a la normalidad y que por ese motivo han regresado a sus hogares.
“Nosotros pensamos que los malos olores se deben a que los técnicos han estado moviendo los barriles, preparándolos para que los vengan a traer”, añadió. Para Lara, la hipótesis de que el caso esté relacionado con algún hecho delictivo no es válida, pues dice que “toda la gente del cantón quiere que se lleven ese veneno de aquí”.
El Especialista en Materiales Peligrosos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Ítalo Córdova, explicó que a partir de los estudios realizados con la herramienta Dräger (que toma muestras de aire y las analiza dando resultados en tiempo real), se han encontrado valores de contaminación muy por debajo de los que podrían considerarse peligrosos.
Uno de los compuestos orgánicos volátiles que pueden causar malestar es el benzeno. Para que su concentración resulte peligrosa, debe haber valores de 1.0 partes por millón de partículas de aire. “Sin embargo, en los alrededores de la planta hemos obtenido datos de 0.3 y 0.2; muy por debajo de lo considerado peligroso”, expuso. Algunos de los síntomas que este contaminante causan al ser inhalados son vómito, visión borrosa, temblor en las manos y convulsiones. En la familia de Lara varios de sus miembros fueron trasladados a un hospital de la zona por dichos síntomas, entre ellos una menor de seis meses de edad que todavía permanece bajo observación médica.
En las carreteras del lugar se han obtenido los valores más altos en los últimos días (0.4 partes por millón de partículas), pero Córdova explicó que esto se debe al humo de los automóviles. “Los combustibles, principalmente la gasolina, tienen ese tipo de sustancias”, dijo.
En el hogar de Tomasa Lara, el equipo del MARN obtuvo un valor de elementos contaminantes de 0.2 partes por millón de partículas. “Es normal, dada la cercanía con la carretera”, añadió Córdova.
Entre el resto de lugares en los que se realizó el estudio se incluyó el centro de reunión que los habitantes utilizan para refugiarse en caso de una posible alarma. En el lugar se obtuvo el mismo valor que en la casa de Lara, lo cual dejó tranquilos a los pobladores.
Lara expresó su alegría ante el inminente retiro de los contaminantes en los próximos días. Ella vive en la zona desde hace más de 50 años y dijo sentirse más tranquila finalmente. “Hace 15 años la comunidad se organizó para exponer este problema de los químicos abandonados, pero nadie nos atendió ni creyó”, lamentó.
Por su parte, Córdova manifestó que el proceso de retiro del material tóxico comenzó el 27 de mayo y que esperan terminar la fase de reenvasado el 10 de junio. Para la operación ha sido contratada una empresa inglesa que se encargará de su retiro y posterior incineración en Polonia. El costo de esta actividad es de aproximadamente 395 mil dólares.