Miguel Ángel Dueñas Góchez*
El día 29 de diciembre del año que acaba de pasar, no rx en conferencia de prensa aparecían pastores evangélicos para organizar un Festival de la Esperanza: “Yo quiero vivir en Paz” (http://102nueve.com/noticia/nacional/organizan-festival-la-esperanza-quiero-vivir-paz/). Una de las intervenciones fue la del pastor Carlos Rivas, autoridad del TAI, expresando su preocupación por la ola de violencia en el país, al comentar: “hay que decirlo con suma tristeza, El Salvador ha vivido uno de los peores años en cuanto a violencia, el 2015 cerrará con más de seis mil homicidios”. Continuó con su discurso ante los medios escritos, radiales y televisivos diciendo: “El flagelo de la violencia no será erradicado sin un cambio de valores, actitudes y comportamientos de todos los salvadoreños que afecte positivamente el espíritu y la mente de todos los que somos parte del país”.
Tanto representantes del TAI, como de la Iglesia del Camino, se rasgaban las vestiduras hablando de valores y comportamiento de las personas, aunque sabemos que ambas jerarquías religiosas tienen o han tenido problemas con la justicia (http://elmundo.com.sv/ carlos-rivas-retorna-a-la-predica-tras-escandalo/), http://archivo.elsalvador.com/mwedh/ nota/nota_completa.asp?idCat=47859&idArt=6856931, http://www.laprensagrafica.com/el-salvador/departamentos/272298-detienen-a-pastor-evangelico-acusado-de-violar-a-menor. html).
Las intervenciones eran relacionadas a los valores cristianos. Sé que no existen valores solamente de este tipo, pero tanto los medios de comunicación, como la iglesia y el Estado, dan a entender que no hay otros valores, y además se han celebrado convenios entre la Iglesia, Ministerio de Educación y Ministerio de Gobernación respecto a un “modelo de valores” para enseñar en la escuela, el cual por cierto tiene muchos vacíos en cuanto a la interpretación de términos u omisión de los mismos. Por ejemplo, se presenta una familia nuclear basada en la heterosexualidad, las cuales a la fecha ya no existen o quedan pocas. Tampoco se habla de la diversidad sexual, orientación sexual e identidad de género, o que las personas con VIH pueden tener una vida placentera, digna como toda persona y llegar a la edad que se desee (80 a 100 o más años).
Por lo tanto, de acuerdo a los valores, éstos deben articularse a partir de los criterios mínimos de aprender a convivir, “significa conjugar la relación entre igualdad y diferencia”.
*Lic. en Relaciones Internacionales.