Carlos Burgos
Fundador
Televisión educativa
En 1972 la TVE ya transmitía teleclases de 7º, sick 8º y 9º grados, see para una cobertura de 50,000 alumnos con los servicios completos y 15,500 más que solo recibían los materiales impresos.
Ese año, del 17 de agosto al 11 de septiembre, impartí un curso intensivo sobre técnicas de televisión educativa para seleccionar a personal que iniciaría la producción de teleclases y materiales impresos del segundo ciclo de Educación Básica, comenzando con el 4º grado.
Después del desarrollo de este curso se iniciaría la producción formal de teleclases y materiales impresos para ese grado.
De acuerdo con el Plan Quinquenal de Educación, el siguiente año, 1973, se iniciaría la transmisión de teleclases para el 4º grado. Así se respondería a las inquietudes de los maestros que nos preguntaban ¿y nosotros cuándo trabajaremos con los servicios de la TVE?
Todos los participantes en esta capacitación reunían ciertos requisitos para desempeñarse en el medio televisivo. Eran creativos, curiosos, alegres, aunque a la hora de actuar en el estudio siempre afloraban sus emociones, por el nerviosismo o por situaciones imprevistas. Esto lo veía como normal puesto que actuaban con variedad de recursos tecnológicos y tenían que hacerlo con naturalidad, sin olvidar los principios pedagógicos, frente a sus receptores que eran alumnos de un grado específico.
Durante un ensayo ante cámara el colega Eneas Martínez explicaba las clases de ángulos y dijo: Un ejemplo de ángulo agudo lo formaría uno mismo al estar parado y tener separadas las piernas. Todos se sorprendieron porque de inmediato intervine y sugerí a Eneas no usar ese ejemplo porque los niños iban a preguntar ¿dónde está el vértice, profesor? La carcajada fue general.
En otro ensayo, el realizador iba a ser Marcial quien estaba listo en la cabina de control y el telemaestro, Manuel Vásquez, estaba frente a la cámara en el estudio y le mostraba a Marcial sus dedos índice y pulgar de ambas manos, encuadrándolos sobre su rostro. Con este plano quería que lo tomaran y no comenzaba por estar con esta exigencia. Intervine para aclarar a Manuel que él no tenía que decidir el tipo de plano, esto era responsabilidad de Marcial, que se concretara a su guion que ya era bastante.
A este curso se incorporó un grupo de jóvenes recién egresados del bachillerato en Artes Escénicas. Pronto adaptaron sus conocimientos teatrales al potencial de la televisión como medio de comunicación masivo. Entre ellos recuerdo a Carlos Cañas, Dinora Cañenguez, Ciro, Zuleyma…
Luis Alonso Salazar y Melvin Letona, estaban listos para su grabación final, se iba a explicar las características de las aves para lo cual habían llevado un pollito amarillo. Melvin comenzó su teleclase ciñéndose al guion que había memorizado; cuando una de las cámaras enfocó al pollito que tenía sobre una mesa, él dijo: ¿Qué es esto? Esto es un pollito, bonito. Miren qué color, amarillo. Se le había olvidado el guion y estaba improvisando con nerviosismo, pero sonrió cuando ordené ¡corten!
–¿Qué te pasó, Melvin?
–Un lapsus linguae – respondió, sonriente.
–No es eso, es un lapsus cerebrae. Además el color amarillo no es característica de todas las aves. Recuerda que grabamos en blanco y negro.
Se tranquilizó, y se puso de acuerdo con Salazar para sincronizar texto con la imagen, al segundo. Comenzaron de nuevo y todo resultó correcto.
Los asistentes a esta capacitación eran maestros en servicio activo y contaban con experiencia en las aulas del segundo ciclo: 4º, 5º y 6º, grados, por lo que comprendieron con facilidad los principios de la televisión aplicados al quehacer pedagógico que la educación requería. Además visionaron el alcance del trabajo técnico pedagógico que desarrollaban otros compañeros con 7º, 8º, y 9º, grados.
De este grupo de treinta participantes seleccionamos a Melvin Letona, Luis Alonso Salazar, Hernán Conde, Élida Villa, Victoria Ganuza, Mauricio Olmedo, Manuel Vásquez, Eduardo Suvillaga y otros colegas. De inmediato se incorporaron a la institución para comenzar la producción formal.
Hoy sí, decían muchos maestros y alumnos, vamos al cuarto grado con la TVE.