Por Laurent Thomet
México/AFP
La vaquita marina de México, la marsopa más pequeña del mundo, está a punto de extinguirse al solo quedar 30 ejemplares pese a los operativos para interceptar redes de pesca ilegales, indicaron científicos este miércoles.
«La situación, ya de por sí desesperada, ha empeorado pese a las medidas de conservación», indica un reporte del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA).
«Con la tasa actual de pérdida, la vaquita se extinguiría hacia el 2022 a menos que se mantenga la actual prohibición a redes de pesca se mantenga y se aplique efectivamente», precisa.
Un análisis de información acústica realizado en el Golfo de California, en el noroeste de México, arrojó en noviembre que solo quedaban unas 30 vaquitas en su hábitat, indica el reporte.
Un censo previo, había encontrado entre septiembre y diciembre de 2015 el doble de ejemplares, mientras que en 2014 había 100 y en 2012 unas 200.
En un desesperado esfuerzo para salvar a la vaquita, los científicos han propuesto capturar especímenes para transportarlos a un espacio cercado en el Golfo de California, en donde puedan reproducirse.
Algunos ambientalistas se oponen a esta medida argumentando el riesgo de que las vaquitas se mueran durante el proceso.
Lorenzo Rojas-Bracho, miembro del CIRVA, dijo a la AFP que los científicos intentarán capturar a vaquitas en octubre.
«Sigue la pesca ilegal, y si no las recogemos van a morir de todas maneras», aseguró.
Las autoridades y los ambientalistas estiman que las vaquitas han estado muriendo durante años en redes destinadas a pescar ilegalmente otra especie amenazada, un gran pez llamado totoaba.
Los contrabandistas envían la vejiga natatoria seca o buche de la totoaba a China, donde se cotiza a decenas de miles de dólares y es servida en una sopa.
«Muchas preguntas»
CIRVA recomienda situar «urgentemente» a las vaquitas en un santuario temporal para esta primavera (boreal) y mantenerlas en ese lugar durante un año.
Rojas-Bracho dijo que el programa podría comenzar en otoño, hacia octubre.
Su captura se realizaría de forma gradual bajo la supervisión del CIRVA y con la posibilidad de abortar la misión en caso de ser necesario.
Embarcaciones, un pequeño avión y delfines entrenados por la Marina estadounidense podrían ser usados para localizar a las vaquitas, que podrían ser capturadas con finas redes para salmón para luego ser transportadas a un espacio con rejas cerca de la costa. Los expertos están considerando cuatro posibles lugares.
Pero CIRVA reconoce que «capturar y albergar a las vaquitas será difícil, tal vez imposible, y que la especie podría no ser adecuada para este tipo de medidas de conservación».
«Muchas preguntas aún tienen que ser resueltas. Aún no está claro si las vaquitas pueden ser capturadas de forma segura o cómo reaccionarán a la manipulación, transporte y confinamiento», asegura.
Un miembro de la CIRVA está en desacuerdo con ese plan, argumentando que las incógnitas representan un riesgo demasiado elevado.
«Niveles alarmantes» de pesca ilegal
El presidente Enrique Peña Nieto desplegó a la Marina en 2015 para detener la pesca ilegal en la zona, extendió el área de protección de la vaquita e impuso una prohibición de dos años para las redes. El año pasado, drones se sumaron a la causa.
Pero los altos niveles de pesca ilegal, el hallazgo de tres vaquitas muertas el año pasado y el declive de la población «demuestra que las medidas actuales han sido insuficientes», estima CIRVA.
El comité ha abogado por una prohibición permanente de todo tipo de redes y que su venta o posesión en esa zona del noroeste de México sea ilegal. También pide «más vigor en los esfuerzos para perseguir» a los traficantes de totoaba o quien tenga nexos con la pesca ilegal y que el gobierno promueva métodos alternativos de pesca.
Durante 15 días de octubre y noviembre del año pasado, 105 mecanismos de pesca ilegales, abandonados o descuidados fueron hallados y 85 de ellos fueron retirados, según el reporte del CIRVA.
«Esto muestra que la pesca ilegal, especialmente con grandes redes para capturar la totoaba, continúa a niveles alarmantes en el rango de (el hábitat de) la vaquita», indica el reporte.
Conocido como «el panda del mar» por los aros negros alrededor de sus ojos, este cetáceo de 1,5 metros ha sido visto vivo en raras ocasiones.