Madrid/dpa
La autoproclamada “mejor Liga del mundo”, la española, vivió un nuevo episodio polémico con el gol no concedido a Lionel Messi en Mestalla, un conflicto que promete perpetuarse toda la temporada ante la voluntaria renuncia a usar recursos tecnológicos.
El hecho ocurrió el domingo durante el encuentro entre el Barcelona y el Valencia. A la media hora de juego Messi disparó desde la frontal, el arquero Nuno se enredó, el balón se le resbaló y finalmente acabó rebasando la línea de gol.
Los jugadores del Barcelona se apresuraron a celebrarlo, pero su sorpresa llegó cuando el Valencia -con Nuno todavía lamentándose por su error- comenzó a armar un contraataque al ver que el árbitro, Ignacio Iglesias Villanueva, no concedía el tanto. El fútbol lleva probando en los últimos años diferentes tecnologías para ayudar a los árbitros en las jugadas polémicas.
Las principales son la tecnología de la línea de gol, que avisa al árbitro cuando el balón entra en la portería, y el videoarbitraje (VAR), que incorpora a otro juez en una sala con diversas pantallas para avisar al colegiado principal en caso de que cometa algún error.
En España, sin embargo, no se aplica ninguna tecnología. La Liga, la patronal de clubes españoles, renunció antes de comenzar la temporada a emplear la tecnología de la línea de gol, también conocida como “Ojo de Halcón”.
La FIFA pidió cuatro millones de euros (4,8 millones de dólares) para homologar su utilización y La Liga entendió que era un precio excesivo.
Recientemente, tanto La Liga como la Federación Española confirmaron que la próxima temporada sí habrá VAR y que durante la presente se ensayará el sistema.
Así está previsto que se experimente el miércoles durante el partido de Copa del Rey entre Atlético de Madrid y Elche.
Pero de momento, y hasta la próxima temporada, la Liga española no contará con la ayuda de la tecnología para decidir jugadas cruciales como la del gol de Messi en Mestalla.
Es una renuncia voluntaria que amenaza con perpetuar los escándalos a medida que se produzcan jugadas tan conflictivas como la del sábado.