Varicela en inmunodeprimidos
La varicela que afecta a las personas cuyo sistema inmunológico es débil es una de las infecciones más graves que pueden sufrir (sobre todo los pacientes con cáncer). Se desarrolla una varicela progresiva en la que se repiten las erupciones varicelosas, y en la que el virus se disemina por el cuerpo produciendo un fallo sistémico.
Posibles complicaciones en estos colectivos
Infección bacteriana de las lesiones cutáneas que pueden producir neumonía, entre otras complicaciones. Más frecuente en los niños inmunodeficientes.
Afectación del sistema nervioso central en forma de ataxia cerebelosa (un caso de cada 4.000).
Encefalitis varicelosa (un caso cada 100.000).
Varicela hemorrágica. Se producen hemorragias en las lesiones cutáneas. No significa un peor pronóstico.
Síndrome de Reye. Daño cerebral asociado frecuentemente al uso del ácido acetilsalicílico como tratamiento antitérmico en la varicela.
Artritis poliarticulares.
Síndrome de Guillain-Barré. Es un trastorno neurológico.
Otitis media aguda.
Neumonía: frecuente en la varicela de adultos, en la primera semana de infección.
Tratamiento de la varicela
En el caso de una varicela en un niño sano, el propio cuerpo es capaz de combatir la enfermedad. Tan solo se requiere tratamiento para aliviar los síntomas. Se pueden emplear analgésicos, antihistamínicos, y cremas o lociones que alivien el picor. Es importante no suministrar aspirina (ácido acetilsalicílico), ya que se asocia con el desarrollo del síndrome de Reye. En su lugar se puede usar paracetamol.
La mayoría de las ampollas desaparecerán sin dejar cicatrices, excepto aquellas que resulten infectadas por bacterias a causa del rascado. Es conveniente aplicar compresas húmedas, y los baños tibios para limpiar las heridas originadas por el rascado y prevenir la aparición de infecciones.
En caso de infección bacteriana se deben administrar antibióticos.
Para tratar la varicela también se utilizan medicamentos antivirales como el aciclovir (ACV) y valaciclovir en una serie de casos:
Para las varicelas generales no se utiliza. Sí en caso de adultos y adolescentes con afecciones cutáneas, pulmonares, o aquellos que han tomado esteroides recientemente.
En ocasiones también se prescriben a las personas que han contraído la enfermedad al convivir con pacientes, ya que experimentan una varicela más grave.
Para que sea efectivo se debe de administrar en las primeras 24 horas de la erupción. Bien aplicado contribuirá a disminuir el número y la duración de las lesiones vesiculosas.
Hasta que todas las ampollas hayan formado costra o se hayan secado, hay que evitar el contacto del paciente con otras personas, puesto que puede transmitir la enfermedad. Especialmente importante este aislamiento en casos de contacto con embarazadas que desconozcan si han padecido la varicela en su infancia.