Rosario Rivas
@Diario Co Latino
La “normalidad” del centro histórico de hace unos meses, atascado de tráfico y vendedores ambulantes que gritaban las ofertas de sus productos, en las aceras o transportados en carretillas, y se desplazaban por la ciudad se había quedado en el recuerdo, cuando se declaró emergencia nacional y cuarentena por el COVID-19.
Sin embargo, la necesidad que les aqueja en estos días, las familias que viven en mesones se han decidido a salir a la “rebusca”, y obligados a ofrecer tímidamente sus productos, pese al temor de ser multados, pues dicen sentirse obligados ante la falta de ayuda, dinero y alimentos.
En el centro de San Salvador y sus cercanías mujeres y hombres han empezado a poner sus ventas en las carretas, en espera de que algún comprador pase y lleve los productos, que permitirían tener unos ingresos para comer.
Hace unos días, el alcalde de San Salvador se reunió con representantes de 14 asociaciones de vendedores para evaluar formas de reapertura económica.
Fue el Comité de Emergencia de la Alcaldía de San Salvador que presidió la mesa de diálogo para la reactivación económica, que buscará establecer los acuerdos específicos para que los vendedores, quienes en su gran mayoría trabajan en el centro de la capital, puedan retomar sus actividades, de forma “gradual y ordenada”.
Y será el próximo 2 de junio que se establecerán fechas y acciones específicas del plan, para el retorno a las actividades productivas entre los que destacana mercados móviles, con el fin de acercar los productos a la comunidad y evitar aglomeraciones en el centro capitalino.
Para las personas que viven en el Centro Histórico, exactamente en la ex discoteca “samcap”, mesón 439, la necesidad los ha obligado a salir, ya que según ellos aún no han recibido ayuda del alcalde, ni del gobierno.
Y les preocupa el hecho de que no tienen comida para sus hijos y las personas mayores que viven en el lugar.