VENEZUELA

Oliver Rivas

1.- Porque busca resolver las grandes contradicciones sociales del país mediante el ejercicio democrático popular, en un momento en que la clase dominante envalentonada y apalancada en la caída del ingreso nacional, quiere resolverlo por la vía violenta, a sabiendas de que ningún burgués empuñará un fusil y los muertos los pondrá como siempre el pueblo.

2.- Porque es la vía más revolucionaria para la superación de la crisis. No habrá nada más revolucionario que convocar al pueblo trabajador para que sea el mismo pueblo del ’89, del ’92 y del ’98, el que resuelva la disyuntiva del camino que quiere seguir, si echar para atrás las conquistas sociales y privatizar todo como es el proyecto de FEDECÁMARAS-MUD, o por el contrario, mejorar y profundizar aún más los cambios en la sociedad venezolana.

3.- Porque es el camino que Chávez impulsó y en el que creyó profundamente, es el “desencadenante histórico” que necesita la Patria para salir del estancamiento. El problema lo quieren reducir a una contradicción entre los que quieren a Maduro y quienes no, como si se tratara de poner y quitar gente en Miraflores nada más (porque en el fondo para ellos lo es…), y no resolver la especulación y la guerra de sobreprecio o los asuntos económicos.

4.- Porque es completamente constitucional y quienes antes, desde la trinchera del fascismo, llamaron a “constituyente” como una simple consigna vacía, hueca, para desviar la atención, ahora son presa de sus palabras y deberán explicar al país, porqué es buena la constituyente cuando ellos la piden y mala cuando Maduro la da.

5.- Porque si es un ejercicio democrático verdadero, con vocería electa desde cada rincón, desde la nueva territorialidad y espacios del Poder Popular, desde cada sectorialidad del pueblo organizado, entonces es el terreno predilecto para la democracia directa, contrapuesta al modelo electoral elitesco, mediático, de manipulación, de chantaje, de cúpulas partidistas y élites que quieren pactar a su favor. Esa es la verdadera razón por la cual, ahora, les suena feo el llamado a la “Constituyente”.

6.- Porque cuando la derecha llama a “reconciliación” y al “diálogo”, sigue hablando de pacto de élites. Y cuando se convoca a una Asamblea Constituyente (popular, obrera, comunal y ciudadana), se convoca a un diálogo con los de a pie, con el pueblo, con el país y un nuevo acuerdo nacional, un nuevo consenso social. Pero la derecha no se subordinará a la mayoría y como en el ’99, una parte llamará a desconocer el resultado de ese proceso y a votar en contra, y otra deslindará de una vez por todas. La primera facción será arrollada por la rueda de la historia y la otra, demostrará que cabe en el país.

7.- Es por esta vía de la democracia profunda, popular y revolucionaria que se salva al país y no por la vía de la militarización o la contención militarizada solamente. Es este el método para construir una nueva mayoría que dirija el país con la suficiente fuerza para imponerse al fascismo, a la barbarie y al terrorismo.

Tomen su diálogo, tomen su reconciliación, tomen sus elecciones por la base, tomen su democracia de verdad… y tomen su contraofensiva estratégica, popular y revolucionaria. Les esperamos donde nunca han ganado, en la calle, en el debate popular y la construcción participativa y protagónica! … Pa’ ver si como roncan y queman toda vaina, también saben cantar y construir! Si no, les daremos lecciones!

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