Caracas/AFP
Venezuela consideró este martes como una «amenaza» a su soberanía la reunión que mantuvieron el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y un grupo de mandatarios latinoamericanos en Nueva York.
El gobierno venezolano «denuncia ante los pueblos del mundo las nuevas amenazas en contra de la soberanía, la paz y de la estabilidad de nuestro país emitidas» en la cena ofrecida por Trump el lunes, señaló un comunicado, que no alude a las declaraciones del mandatario estadounidense de este martes ante la Asamblea General de la ONU.
Allí, Trump dijo que la «dictadura socialista» en Venezuela es «inaceptable», indicó que la «meta» es ayudar a los venezolanos «a recuperar la libertad, recuperar el país, restaurar la democracia», e instó a los líderes mundiales a «hacer más» para enfrentar la crisis política venezolana.
A cena del lunes con Trump acudieron los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos; Brasil, Michel Temer; Panamá, Juan Carlos Varela, y la vicepresidenta de Argentina, Gabriela Michetti.
Según el gobierno de Nicolás Maduro, esos dignatarios «fueron conminados a incrementar la campaña de agresiones contra Venezuela».
Trump «tiene una obsesión fatal con Venezuela producto de sus ideas supremacistas blancas, pero contamos con los pueblos del mundo», añadió el texto.
Caracas afirmó además estar preparada para «seguir derrotando, en los planos político y diplomático, y en cualquier otro que sea necesario, las nefastas agresiones» de la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense aseguró durante el encuentro que Venezuela «está colapsando» y su pueblo «está muriendo de hambre» por las políticas del «gobierno desastroso» de Maduro.
Washington ya ha impuesto sanciones contra Venezuela y el pasado 11 de agosto alertó que Estados Unidos contemplaba un abanico de acciones, «incluida una posible opción militar si fuese necesario».
Trump no repitió esa advertencia el lunes, pero dijo que su país estaba preparado para nuevas acciones, sin dar más detalles.
«Nuestra meta debe ser ayudarles y restaurar su democracia», indicó.
De acuerdo con el mandatario panameño, en la reunión se acordó «la coordinación de acciones para asegurar que (…) en el 2018 haya elecciones (presidenciales) democráticas y se respete la voluntad popular».
«Seguiremos buscando una transición pacífica en Venezuela. Reiteramos a Donald Trump que América Latina no apoyará una intervención militar», escribió Santos en Twitter tras la cena.
El gobierno venezolano afirmó que el gobernante colombiano trata de evitar sanciones de Estados Unidos por el «incremento desmesurado de la producción de cocaína» en su país.
«Es vergonzoso y detestable que el presidente Santos (…) recurra a la táctica de proyectar a Venezuela como un factor de desestabilización en la región y llegue al punto de llamar a una transición del gobierno venezolano», añadió.