Caracas/Panamá/AFP
Alex Vásquez/Juan José Rodríguez
Venezuela canceló los vuelos de Copa Airlines en represalia por sanciones de Panamá, que en respuesta retiró a su embajador en Caracas, mientras que el presidente Nicolás Maduro llamó a consultas al suyo.
El gobierno de Maduro suspendió los vuelos de la empresa panameña desde y hacia territorio venezolano a partir del viernes y por 90 días.
Por tratarse de la línea aérea que más ofrece frecuencias entre el país y el resto de América, la decisión avizora una situación caótica. Copa anunció en un comunicado que podrá reembolsar «sin penalidades la totalidad del valor» de los boletos no utilizados.
La medida forma parte de una suspensión de relaciones «económicas y financieras» por tres meses -prorrogables- con 22 personas naturales, entre ellas el mandatario panameño Juan Carlos Varela y 46 compañías, anunció la agencia estatal venezolana de noticias AVN.
Varela calificó la decisión como una «cantinflada» y de inmediato cumplió su advertencia de «responder con toda la energía», retirando a su representante diplomático.
«El gobierno de Panamá ha decidido retirar a su embajador en la República Bolivariana de Venezuela, Miguel Mejía, y solicita al gobierno venezolano retirar a su embajador acreditado en Panamá, Jorge Durán Centeno», señaló la cancillería en un comunicado.
El vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, informó luego que Maduro «decidió llamar a consultas» a su embajador.
«Presidente Varela (…) usted será juzgado como el gobierno más corrupto y servil de la historia de Panamá», escribió El Aissami en Twitter.
Conectividad comprometida
Según la resolución citada por AVN, las medidas se tomaron para «proteger el sistema financiero venezolano».
«Es muy grave, Copa tiene 35 frecuencias semanales. Venezuela queda más aislada, pues Copa es la línea con más conectividad a destinos en el continente americano», dijo a la AFP Humberto Figuera, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela.
En el país apenas opera una decena de aerolíneas internacionales: American Airlines, Iberia, Air Europa, Air France, Swiftair, Turkish Airlines, Wingo (empresa de bajo costo de Copa), Caribbean Airlines, TAP y Cubana de Aviación. Las compañías venezolanas Laser y Avior vuelan a Panamá.
Contra la opacidad
Venezuela también cortó los vínculos financieros con la vicepresidenta y canciller panameña, Isabel de Saint Malo; el ministro de la Presidencia, Álvaro Alemán, y la ministra de Gobierno, María Luisa Romero.
Las sanciones se tomaron porque -según investigaciones de autoridades venezolanas- se evidenció el «uso recurrente del sistema financiero panameño» por parte de venezolanos para «movilizar dineros y bienes proveniente del delito contra el patrimonio público», indicó AVN.
Venezuela considera que estos delitos han sucedido bajo la opacidad del sistema financiero de Panamá y con la «colaboración de sujetos nacionales panameños dentro y fuera del país», añadió la agencia.
Las medidas se toman en represalia por sanciones de Panamá, anunciadas el 29 de marzo, contra Maduro y otros 55 funcionarios, dirigentes chavistas y particulares venezolanos.
Esas personas fueron incluidas en una lista de «alto riesgo» por «blanqueo de capitales, financiamiento del terrorismo y financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva».
Esa resolución panameña advierte que se deben «crear políticas y procedimientos de debida diligencia incrementada para toda transacción que involucre» a las personas naturales o jurídicas que aparecen en el listado.
Panamá forma parte del llamado Grupo de Lima, un bloque de 14 países que desconoce las elecciones presidenciales venezolanas del próximo 20 de mayo, en las que Maduro busca un segundo período hasta 2025.
Según el internacionalista Mariano de Alba, la decisión de Maduro busca enviar un mensaje a los demás países de Latinoamérica de que reaccionará si toman medidas similares a las de Panamá.