Caracas/PL
Venezuela denunció ante el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el empleo de niños y adolescentes en las acciones de odio y violencia que ejecutan grupos opositores de la ultraderecha desde hace más de 50 días.
La información la ofreció la víspera el viceministro de Relaciones Exteriores para Temas Multilaterales Rubén Darío Molina, en un contacto telefónico con el programa Derechos Humanos en Revolución, trasmitido por Radio Miraflores, en esta capital.
Molina alertó que niños y adolescentes son utilizados y afectados por la violencia opositora y fueron entregadas pruebas testimoniales, fotográficas y audiovisuales de estos infantes preparando bombas molotov (caseras) y lanzando objetos contundentes en protestas violentas convocadas por la ultraderecha, ‘con todas las consecuencias que eso trae’.
El vicecanciller comentó haber entregado copia de esta denuncia a la jefa de gabinete del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU); a la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos; al secretario general del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); así como a los 195 países acreditados ante la ONU, ‘para que sepan lo que está ocurriendo en Venezuela’.
A su vez, lamentó que, a pesar de que las acciones denunciadas vulneran los derechos de la niñez y la adolescencia y sus posibilidades de desarrollo, ‘no ha habido una condena directa de organismos internacionales’.
Deploró que los organismos internacionales no se pronuncien sobre estos delitos de odio, ‘ni siquiera después de recibir la denuncia del ataque terrorista a un hospital materno-infantil, en Caracas, por grupos de oposición extremistas.