TeleSUR
Venezuela ha sido blanco de una intensa campaña comunicacional a nivel internacional basada en el odio y el socavamiento de las bases democráticas del país.
Impulsada por actores internacionales, troll centers y medios de comunicación alineados con intereses externos, se evidencia la aplicación de una estrategia de desestabilización del Gobierno venezolano y el cuestionamiento de la transparencia y legitimidad de las elecciones.
Estas acciones forman parte de una campaña de odio y operaciones psicológicas destinadas a generar zozobra, incertidumbre, frustración e impotencia en la población y de esa manera llevarlas a situaciones fuera de cualquier racionalidad.
Las acciones desarrolladas, al menos en apariencia, de forma inorgánica, tienen de fondo una coordinación y se valen de importantes recursos humanos y económicos para la propagación de discursos de odio y fake news con alcances inusuales.
Se suma a esta estrategia la instalación de presuntas ONG’s y la presentación de informes sin ningún tipo de respaldo en el campo o en el territorio o incluso encuestadoras, que ofrecen insumos tanto a medios como a influenciadores, que de esa manera dan por válidos sus discursos sobre la situación venezolana.
La instancia final es la validación de estos discursos cuando son replicadas por agencias y medios de comunicación de primer orden.
Esta semana teleSUR abordó desde distintos ejes la campaña comunicacional contraria a Venezuela, de la mano de analistas especializados que explican cómo se desarrollan estas acciones de guerra digital y mediática.
Plataformas digitales, plataformas de odio
Julián Macías, experto en análisis de redes y activista contra la desinformación digital, ha puesto en evidencia el accionar de diversas tácticas para difundir fake news y generar contenido viral como parte de la campaña de odio desarrollada a nivel internacional.
Uno de los actores señalados por el especialista es Atlas Network una asociación global que aglutina a decenas de think tanks de extrema derecha, con mucha influencia en Estados Unidos y América Latina y que empieza a desplegar sus alas por Europa ante el auge y consolidación de partidos ultraconservadores.
Macías señala que a partir de investigar el origen de “fraude digital” contra el proceso electoral venezolano, de las 10 cuentas con más impacto tuvieron, varias están vinculadas con Atlas Network.
“Hay diferentes influencers que pertenecen a esta red y que tienen una influencia grande en la conversación con otras cuentas que se hacen pasar por medios de comunicación como UHN Plus o Alerta News 24 Horas que tienen una hegemonía total”, señala el especialista. A su vez, marca la utilización de “cuentas meme” que a través de parodias alcanzan decenas de miles de retweets. Con estas operativas, Macías señala que “esto no es una cosa puntual, es una cosa orgánica. No es una cuenta meme que publicó esto por casualidad; hay decenas de cuentas en diferentes países haciendo lo mismo”.
Entre los contenidos generados por este tipo de cuentas se encuentran la utilización de los festejos de Argentina tras salir campeón del mundial de fútbol o imágenes del carnaval de Río de Janeiro como si fueran manifestaciones en favor de la candidata de extrema derecha María Corina Machado. Todos ellos son replicados masivamente y así amplifican su alcance. Los contenidos falsos también incluyen imágenes manipuladas, como es el caso de un efectivo de policía apuntando contra una mujer suplicante, cuando en realidad el video de la secuencia entera muestra que tal escena nunca sucedió.
Sin embargo, y pese a su evidente falsedad cuentas bots, agencias de comunicación le dan a este tipo de contenido un alcance masivo e incorporan a influenciadores, muchos de ellos vinculados a la Atlas Network.
“Felipe Calderón, el expresidente de México que trabaja para el IADG (Atlas Network) retuiteó a esta cuenta decenas de veces difundiendo bulos como este con más de 50K rts” posteó el especialista en su cuenta personal.
En tanto, Macías señala que este tipo de operaciones “valen dinero pero luego hay invitados a influencers eso también vale dinero y hay personas y organizaciones muy involucradas en toda la la campaña. Hay diferentes actores como la propia María Corina Machado el propio Milei, Bolsonaro y Donald Trump con Steve Banon como gurú y un montón de personas sin ningún tipo de escrúpulo en usar la mentira, el odio y granjas de bots en las plataformas digitales para generar una realidad, una narrativa paralela”.
Los mass media
Para la experta en comunicación política Flavia Carrato, quien ha seguido de cerca el desarrollo de esta campaña mediática destinada al proceso electoral venezolano, «estamos presenciando un esfuerzo coordinado para manipular la percepción internacional de las elecciones en Venezuela.”
La estrategia iniciada meses antes incluso del propio acto electoral, ha instalado artículo tras artículo, reportaje tras reportaje, la idea de una presunta falta de credibilidad de sistema de votación de la República bolivariana.
Carrato apunta al respecto: “los medios están utilizando un lenguaje y una narrativa que buscan sembrar la desconfianza en el sistema electoral venezolano, presentándose como fraudulento o poco confiable, sin aportar pruebas concluyentes».
Y resalta que esta estrategia no es nueva, sino parte de un patrón recurrente en situaciones donde hay intereses geopolíticos en juego. «Lo que se busca con esta campaña es minar la confianza de los votantes en su propio sistema electoral, generando una sensación de incertidumbre y deslegitimación. Es una forma de preparar el terreno para justificar intervenciones externas o sanciones más severas», explica.
Un análisis más detallado de las publicaciones en medios internacionales muestra que muchas de las acusaciones están basadas en informes poco fiables, opiniones de supuestos expertos y testimonios anónimos, sin un sustento fáctico sólido. Carrato observa que «este tipo de informes son diseñados para ser replicados en redes sociales y otros medios, amplificando el mensaje y creando una falsa impresión de consenso sobre la supuesta ilegitimidad del proceso electoral venezolano».
La experta destaca que una de las tácticas más comunes es la de utilizar titulares sensacionalistas que llaman la atención pero que no reflejan la complejidad de la situación en Venezuela. «Se publican historias que sugieren manipulación electoral o autoritarismo, pero cuando se analizan en profundidad, muchas veces carecen de evidencia sustancial. El objetivo no es informar, sino influir en la opinión pública», afirma.
Carrato también pone en evidencia el papel de las redes sociales en la difusión de esta narrativa. «Las redes sociales se han convertido en un campo de batalla donde estas falsas narrativas se propagan rápidamente. Al utilizar bots y cuentas falsas, se amplifican estos mensajes, generando una percepción de crisis que no se corresponde con la realidad en Venezuela».
La deslegitimación mediática articula a nivel de la opinión pública a manera de manipularla y posteriormente favorecer un accionar externo amenaza, para Carrato, no solo a un gobierno, sino que atenta directamente contra “la soberanía del país y el derecho de los venezolanos a decidir su futuro sin interferencias externas».
La lucha contra el fascismo
La campaña comunicacional contra el proceso electoral venezolano no solo ha logrado afectar la percepción de occidente sobre la calidad institucional, sino que también tiene consecuencias dentro del país ya que actúan al nivel de la moral de los votantes, haciéndoles creer que su participación no hará ninguna diferencia, genera impotencia y odio y finalmente, ese sentimiento intenta ser llevado a las calles por la extrema derecha, como las convocatorias de María Corina Machado “a cobrar”, una versión actualizada de lo que antes fue “la salida” o “hasta el final”.
Ante esta situación, los especialistas apuntan la necesidad de generar legislación y herramientas para contrarrestar estas estrategias diseñadas y aplicadas por el fasismo internacional.
“Tenemos que aprender a deconstruir el todo desde los detalles, para destruir la estratégia de guerra híbrida aplicada”, manifestó Ángela Carrato a Beto Almeida en el programa Latitud Brasil. Carrato señala la integración entre las naciones y pueblos de latinoamérica como fundamental para enfrentar las campañas de odio y desestabilización destinadas a diluir los Estados soberanos y subordinarse a los intereses de las grandes corporaciones y Estados Unidos.