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Ginebra / Prensa Latina
El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, exhortó hoy a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a condenar las medidas coercitivas impuestas por el gobierno de Estados Unidos contra el pueblo venezolano.
En su discurso durante el segmento de alto nivel del Consejo de Derechos Humanos, en su 43 período de sesiones, el jefe de la diplomacia venezolana advirtió que estas agresiones equivalen en la práctica a armas de destrucción masiva.
‘Se trata de una modalidad enmascarada de guerra; los tanques, aviones, bombas y misiles son sustituidos por bloqueos financieros y limitaciones a la producción nacional y en el comercio internacional’, denunció.
Al respecto, alertó que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos es el Pentágono económico que comanda esta guerra contra centenares de millones de seres humanos, ante la inacción del sistema multilateral.
Desde el año 2014, precisó Arreaza, se adoptaron más de 300 medidas coercitivas unilaterales desde Estados Unidos para afectar el funcionamiento de la economía y menoscabar los derechos humanos del pueblo venezolano.
Por tal motivo, se generó una abrupta disminución del ingreso petrolero nacional, que pasó de cerca de 42 mil millones de dólares en 2013 a cuatro mil millones en 2018, lo cual ocasionó pérdidas al país por encima de los 120 mil millones de dólares, detalló.
De acuerdo con Arreaza, las medidas coercitivas y unilaterales afectan toda la gama de derechos humanos e impulsan un fenómeno migratorio inédito.
Resaltó no obstante, los esfuerzos del gobierno bolivariano para potenciar todas sus capacidades en materia de protección social; lo que permitió impedir una hambruna en Venezuela y la cuadruplicación al menos de los posibles efectos sin estas medidas sociales de contención.
Estas agresiones fueron condenadas por la Asamblea General y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en reiteradas ocasiones; sin embargo, la administración estadounidense continúa con sus decisiones bajo criterios ideologizados, enfatizó el canciller.
Lamentó a su vez que el secretario general António Guterres no hiciera referencia a las denominadas ‘sanciones’ en su discurso, este lunes, durante la inauguración del 43 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.
Venezuela fue electa ?por tercera ocasión- como Estado miembro de esta instancia en octubre de 2019 y su acción está orientada a promover el respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas, de una manera justa y equitativa, anunció.
Ratificó además el firme apoyo de la nación bolivariana a las iniciativas para luchar contra la discriminación racial, la xenofobia y demás formas conexas de intolerancia.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela manifestó también su preocupación por la violación de los derechos de los pueblos de Palestina. Colombia y Chile.
Del mismo modo, se refirió a la situación de los migrantes en la frontera sur de Estados Unidos y la de los africanos en tránsito o durante su estadía en Europa.
Arreaza expresó que Venezuela acude a la Corte Penal Internacional para reivindicar la vigencia de la institucionalidad multilateral en busca de justicia, sin embargo, le corresponde a Naciones Unidas liderar esta contención humanitaria contra la masiva violación de derechos humanos representadas en las medidas coercitivas unilaterales.
‘El tiempo corre, el sufrimiento aumenta. Que nadie evada su responsabilidad en una materia tan grave y tan crucial como esta’, instó durante su intervención.
