CaracasAFP
El gobierno venezolano abre parcialmente la frontera con Colombia este sábado para permitir el regreso de vehículos varados en los respectivos territorios tras seis meses de cierre, help informaron el viernes autoridades de los dos países.
Desde Venezuela, treatment el gobernador del estado Táchira (oeste), José Vielma Mora, informó en su cuenta de Twitter que se abrirá el acceso a vehículos de carga pesada «desde la 1 hasta las 6 pm» por el puente internacional Francisco de Paula Santander, que comunica al municipio venezolano de Pedro María Ureña con la ciudad colombiana de Cúcuta.
Más tarde, la cancillería colombiana añadió en un comunicado que también se abrirá el paso para automóviles de «servicio público» a través de «Paraguachón, corregimiento de Maicao (La Guajira)» y el puente internacional «José Antonio Páez, en Arauca (Arauca)».
La medida beneficiará a «más de 250 vehículos colombianos que se encuentran represados en territorio venezolano y a más de 500 carros de Venezuela que se encuentran en Colombia», indicó la nota.
No obstante, el ministerio colombiano aclaró que el corredor estará habilitado solo para «el retorno de vehículos a sus lugares de registro» y no para el «tránsito normal». Los autos no pueden trasladar mercancía.
La decisión se produce seis meses después de que el gobierno venezolano ordenara el cierre de los pasos fronterizos en una zona que abarca 24 municipios de los estados de Zulia, Táchira, Apure y Amazonas para frenar, según dijo, el contrabando hacia Colombia y el crimen organizado.
El presidente Nicolás Maduro tomó estas medidas en el marco de un estado de excepción decretado tras el asalto a un convoy militar por parte de supuestos paramilitares colombianos, que dejó tres heridos en la ciudad de San Antonio del Táchira (oeste).
El pasado 15 de enero, Maduro descartó el pedido que le hizo la mayoría opositora en el Parlamento de reabrir el territorio fronterizo, de 2.219 km.
Entonces señaló que el paso se mantendría cerrado hasta que se terminara de «restituir toda la vida social, económica y la seguridad de cada palmo» de la región limítrofe.
El cierre crispó la relación con Bogotá tras la deportación y éxodo de miles de colombianos.
En el marco del estado de excepción fueron limitadas las reuniones públicas, manifestaciones, el libre tránsito, la privacidad de las comunicaciones y la actividad económica en esas zonas.