Caracas / Prensa Latina
Yadira Cruz Valera
Venezuela inició el martes los ejercicios militares Soberanía y Paz, mientras el Consejo de Defensa de la Nación asume sus funciones en medio de las exacerbadas tensiones con Colombia.
Acciones que se suman a la alerta naranja declarada el pasado 3 de septiembre, y el despliegue de más de tres mil efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en la zona fronteriza.
Tras las continuas amenazas y ataques de las últimas semanas por parte del país vecino, que incluyen intentos de atentados, creación de falsos positivos y acusaciones contra el presidente Nicolás Maduro y otros altos dirigentes bolivarianos, la nación suramericana reafirma el principio de defenderse ante cualquier agresión.
‘Llegó el momento de defender la soberanía y la paz nacional, desplegando toda nuestra capacidad de defensa para desmontar las pretensiones de guerra que se nos quieren imponer. áQue nuestra Victoria sea la Paz!’, publicó este martes el mandatario en la red social Twitter.
‘Tenemos las pruebas de cómo desde Colombia se conspira para atacar los Poderes Públicos y sedes militares en el país’, dijo.
La víspera el ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, desmontó las acusaciones de la revista colombiana Semana sobre presuntos nexos del presidente venezolano con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Entre otras cuestiones, Rodríguez advirtió que la solicitud de incluir a Venezuela en el listado de países que contribuyen con acciones terroristas, hecha en la publicación, no era más que un intento de la oligarquía de esa nación para emprender una agresión armada.
Horas después, Maduro anunció que ante las amenazas y el peligro real que se cierne sobre el país, el Consejo de Defensa, máximo órgano de consulta para la planificación y asesoramiento en esos temas, asumiría sus funciones como establece la Constitución de la República.
Durante su intervención explicó que el Gobierno colombiano está implicado en la captación de oficiales y suboficiales venezolanos, ‘quienes cobran por vender su Patria’, con la intención de atacar el sistema de defensa aéreo y derrocar la Revolución.
Durante los últimos días, altos funcionarios del Gobierno bolivariano denunciaron en varias tribunas esas maniobras desestabilizadoras.
Entre ellos, el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) Julio Chávez, quien en entrevista concedida a Prensa Latina advirtió sobre la participación directa de Israel y Estados Unidos en esos ataques.
El dirigente partidista reveló cómo la empresa israelí-inglesa Daincorp, que opera en el Medio Oriente bajo la figura de contratista de guerra, abrió un centro de preparación en Cúcuta, Colombia, donde se entrenan más de un centenar de mercenarios venezolanos, financiados con dinero del narcotráfico.
Las tensiones entre ambos países se incrementaron a finales del pasado mes luego que el presidente Iván Duque acusara a su homólogo venezolano de vínculos con un grupo de exguerrilleros, quienes anunciaron su retorno a las armas alegando el incumplimiento de los acuerdos de paz firmados en La Habana, Cuba.
De igual forma, los miembros de las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia criticaron la postura de la administración de Duque ante la continua matanza de líderes sociales y guerrilleros que habían depuesto las armas.
Sin embargo, analistas aseguran que la desenfrenada carrera guerrerista del país vecino y de Washington contra Venezuela está condicionada por el fracaso de las acciones de la derecha venezolana, que no han podido derrocar al presidente constitucional y cada vez pierde más adeptos.
A lo cual se une el desprestigio del autoproclamado presidente Juan Guaidó y las contradicciones internas e intrigas de una oposición segmentada, signada solo por las ansias de poder y el entreguismo a Estados Unidos.
En tanto, el Gobierno bolivariano manifiesta y hace valer su derecho inalienable a defender la soberanía a cualquier precio, mientras aplica políticas sociales y programas en beneficio de la población y en pos del mejoramiento de la calidad de vida de sus ciudadanos.