Agencias
Después de cinco horas de reunión a puerta cerrada en Quito, pills los presidentes deColombia, viagra Juan Manuel Santos, cialis y de Venezuela, Nicolás Maduro, acordaron siete puntos, con miras a solucionar la crisis fronteriza que ya dura 31 días.
Estos son: el retorno inmediato de los embajadores de ambos países; la realización de una investigación de la situación de la frontera; reunir a los equipos de ministros de ambos países el 23 en Caracas para analizar los temas sensibles de la frontera; la progresiva normalización de la frontera; la coexistencia de los modelos económicos, políticos y sociales de cada país; hacer un llamado al espíritu de hermandad y de unidad, propiciando un clima de mutuo respeto y convivencia y, continuar trabajando con el acompañamiento de Uruguay yEcuador.
Tanto Maduro como Santos agradecieron a los presidentes Rafael Correa(Ecuador) y Tabaré Vásquez (Uruguay) y, a través de ellos, a la Unasur y a la Celac, por su apoyo al diálogo, y resaltaron los acuerdos logrados. El presidente venezolano dijo que se trató de un encuentro franco y sincero, en donde cada uno dijo sus verdades y echaron «las bases de un nuevo inicio de las relaciones basadas en la cooperación y el enfrentamiento de los problemas de ambos países». También sostuvo que había triunfado la sensatez, el diálogo y la paz entre sus pueblos, pese a que cuando llegaron se pensaba en una reunión difícil, pero gracias a la voluntad política lo lograron.
Santos reconoció la vocación de paz de Venezuela y de Maduro, a quien agradeció las gestiones para lograr la paz interna de Colombia, e inmediatamente resaltó que aunque su país y Venezuela tienen modelos de desarrollo distinto, pueden trabajar en objetivos comunes, como son enfrentar a las mafias y a las bandas criminales que están en la frontera. «El narcotráfico nos obliga a trabajar juntos. Estamos interesados en combatirlo y lo mejor es juntos, porque somos más efectivos, como lo hemos hecho con Ecuador. Establecimos un cronograma para afrontar más efectivamente este problema. También para trabajar en el contrabando de combustible», dijo.
Los dos países han mantenido una tensa relación desde el 19 de agosto, producto de la decisión del Gobierno venezolano de expulsar a los colombianos que viven en su país y ordenar el cierre de varios puntos fronterizos, bajo el argumento de que «el paramilitarismo colombiano» había atacado a militares venezolanos durante un operativo anti contrabando. Colombia ha considerado que se trata de una expulsión sin argumentos.
Las Naciones Unidas ha estimado que los colombianos que han sido deportados a través de Santander, Arauca, La Guajira y Vichada llegan a 1 608, mientras que otras 19 686 han regresado a su país por temor a ser deportadas.
A lo largo de este mes, en donde no han faltado las fuertes declaraciones de ambos lados, se han producido tres momentos tensos. El primero se dio el 28 de agosto cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores. El segundo fue el 8 de septiembre, cuando Nicolás Maduro ordenó el cierre deParaguachón, zona de la frontera en La Guajira-Zulia, así como el despliegue de 3 000 militares en el lugar. El tercero fue el jueves anterior, cuando Maduro responsabilizó de la muerte de dos de sus pilotos, a bordo de una aeronave Sukhoi, al narcotráfico colombiano.
Esta reunión se da diez días después de la reunión de las cancilleres de Colombia,María Ángela Holguín, y de Venezuela, Dercy Rodríguez, que tuvo el auspicio del Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador. En ese encuentro no se estableció fecha para la reunión de presidentes y los avances logrados -que iban a ser sometidos a consulta presidencial- no fueron suficientes, ya que el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, debió viajar a Caracas y Bogotá para concertar la cita.
Las diplomáticas también se reunieron antes en Cartagena de Indias, mientras que por falta de un voto, la Organización de Estados Americanos (OEA) no pudo reunirse para tratar este tema.
Esta reunión presidencial estuvo rodeada de expectativa, por las declaraciones previas de los mandatarios. Santos, antes de viajar a Quito, a través de su cuenta de Twitter, dijo que Colombia «no es culpable de los problemas de Venezuela», que su prioridad era garantizar el respeto por sus compatriotas, sus derechos fundamentales y la soberanía de su país y que el Estado de emergencia decretado por Maduro «no debe servir de excusa para pasar sobre los derechos de los colombianos». También dijo que insistirá en la diplomacia y en el diálogo «serio, constructivo, sereno y respetuoso», y que los problemas fronterizos requieren del apoyo de los dos países para solucionarlos.
El mandatario venezolano, en cambio, a su llegada a Quito, dijo que venía con las más altas expectativas y que no cederá en su plan de paz en la frontera. «Quiero iniciar un nuevo tiempo de relaciones con Colombia, de respeto, de cooperación, de beneficio mutuo, de paz, de convivencia, de coexistencia, de modelo, de ideas, de proyectos. Que nadie se meta en los asuntos internos de Venezuela», dijo Maduro. En su cuenta de Twitter, antes de su llegada a Quito, se podía leer que se había habilitado la etiqueta «#ConMaduroporlapaz, para construir una frontera en la que prevalezca la justicia».
En el transcurso de la mañana y hasta el mediodía, había llegado el presidente Vásquez, quien agradeció por el recibimiento que le dieron y la acogida ante la invitación hecha por él y Correa para el diálogo. El presidente Correa, por su parte, dijo que aspiraba que se supere el conflicto.
La llegada de Santos y Maduro se dio una hora antes del encuentro presidencial, que arrancó a las 14:00 locales y terminó a las 19:00.
UNASUR saluda acuerdo
La Secretaría General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) expresó satisfacción por el acuerdo conseguido en la reunión de Quito entre los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Venezuela, Nicolás Maduro.
El bloque resaltó que el pacto contó con la facilitación de los presidentes pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Rafael Correa, y Unasur, Tabaré Vázquez.
Puntualizó que la cita de los mandatarios en esta capital permitió restablecer la confianza entre ambos Gobiernos a partir de la cual debe llegarse a una pronta normalización de la situación fronteriza.
Unasur agradeció los esfuerzos realizados por distintos gobiernos y mandatarios de la región para alcanzar estos mismos resultados.
En la nota, la Unión aseveró que el encuentro de ayer demostró que los problemas zonales deben solucionarse regionalmente; y reiteró su compromiso con la preservación de la paz y la integración suramericana.
Durante una rueda de prensa ofrecida por los cuatro presidentes al concluir la cumbre de jefes de Estado en el Palacio de Carondelet, los estadistas de Colombia y Venezuela agradecieron el papel mediador de ambos organismos integracionistas.
En tanto Correa aseguró que la decisión de Bogotá y Caracas de confiar en la Celac y la Unasur para dirimir sus conflictos consolida la unión latinoamericana.
El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, quien tuvo un papel muy activo en la concertación de la cita, también resaltó la importancia de la Comunidad y la Unión como mecanismos idóneos para solucionar los problemas entre sus miembros.