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Joaquín Salazar
Alma Vilches
@DiarioCoLatino
Nunca se fueron, siguen en el corazón. Con flores en las manos, una sonrisa y un recuerdo, Doña Eva N., de 89 años, caminó por las veredas que hace mucho años había caminado con dolor, pero ahora más de 20 años después lleva en su memoria el amor que guarda a sus seres queridos en este dos de noviembre, día de los Fieles Difuntos.
Acompañada de su hija, de 57 años, Doña Eva, no deja morir una de las tradiciones que aprendió a conmemorar junto a sus padres y abuelos; tradición que afirma debe seguir viva en los corazones de los salvadoreños, que aún guardan el amor hacia sus seres queridos.
“Esta es una devoción que tenemos, hay gente que cree que esto ya pasó de moda, pero uno tiene que venir a recordar a sus seres queridos y a sus padres, aunque sea de poner una flor por amor a ellos. Sabemos que ellos ya no están aquí, pero en nuestra mente y en nuestro corazón siempre están”, dijo Doña Eva, entre una sonrisa y lágrimas contenidas.
En el Cementerio de La Bermeja, en San Salvador, uno de los campos santos más grandes de la capital, miles de salvadoreños iniciaron su día, para conmemorar a sus fieles difuntos, momento en que recuerdan las alegrías y los momentos de felicidad que llenaron sus vidas.
Doña Eva afirmó que esta es una tradición importante, una que no debe dejarse perder. “Hay otras personas que se pasan a otras religiones, que para ellos esto pasó a la historia. Mucha gente piensa que este es un malgasto de dinero, pero yo les digo, este es un recuerdo que uno tiene, yo ya no tengo papá y mamá, que siempre hay que recordarlos, sin ellos no estuviéramos aquí”.
De igual manera, acompañado de su esposa y sus tres hijos, Rodrigo Hernández, de 46 años, llegó al campo santo, para conmemorar a su familia: padres y un hermano. Su esperanza, dijo, que en algún momento se vuelve a encontrar.
“No es solo venir y enflorar, este es un momento en que mi familia y yo reflexionamos, recordamos a quienes nos dejaron y siguen vigilantes en cada paso de la vida que damos, ellos no están físicamente, pero en nuestro amor a ellos siguen vivos”, dijo Hernández.
Comercio en el día de los difuntos
Flores de diferentes colores, adornos con materiales reciclados y confeti dieron la bienvenida a los cientos de personas que llegaron hasta el cementerio La Bermeja para adornar las tumbas de sus seres queridos, en el día de los fieles difuntos.
La afluencia de personas en este día es aprovechada por los comerciantes que afuera del campo santo ofrecían arreglos florales desde 0.75 hasta 3 dólares, dependiendo los gustos y posibilidades de quienes los compran.
María Adela Bernal explicó que los precios son accesibles a todas las personas, ya que ofrece arreglos de materiales reciclados desde 1 dólar, también hay una variedad de flores artificiales y naturales, adornos de papel, confeti, entre otros materiales.
Tenemos flores chinas, coronas artesanales decoradas con flores naturales, elaboradas de papel, cadenas de papel, le buscamos la forma para que los productos se vean más bonitos y los clientes compren al gusto de ellos”, dijo la vendedora de flores.
En el cementerio también fue notable la venta de artículos religiosos como estampas de la virgen de Guadalupe y otros santos, así como una variedad de imágenes.
Este día también es aprovechado por algunas personas que se dedican a la limpieza de tumbas, con lo cual se ganan un dinero extra.
Asimismo, y como es tradición, cada dos de noviembre se puede disfrutar de las deliciosas hojuelas elaboradas con harina de trigo y acompañadas con miel de dulce de atado, las cuales son comercializadas en tres por un dólar. Roxana Rivera manifestó que desde hace 25 años se dedica a la elaboración y venta de hojuelas.
