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El viceministro de Transporte, Saúl Castelar llegó a tempranas horas a la verificación de las medidas de bioseguridad en el transporte colectivo, frente a la iglesia Basílica Nuestra Señora de Guadalupe, en los límites de los municipios de Antiguo Cuscatlán y San Salvador. Foto Diario Co Latino/Captura de pantalla

Verifican cumplimiento de protocolos de bioseguridad

Rosario Rivas
@DiarioCoLatino

El control de las medidas de bioseguridad y protocolo contra el COVID-19 se siguen implementando en paradas de autobuses y microbuses, terminales y las unidades de transporte colectivo, con el fin de prevenir el contagio.

Hasta la fecha la División de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Civil ha impuesto 15,260 multas.

Estas medidas se realizan en todo el país con el fin de hacer efectiva la contención de la enfermedad.

Según informes del Viceministerio de Transporte (VMT) se inició en agosto del 2020 con esta disposición y se ha llevado a cabo en forma constante, desde la apertura económica.
El objetivo de la misma es que “el transporte colectivo no se convierta en un foco de contagio a pesar, que no se cuenta con una legislación vigente para el obligatorio cumplimiento de las medidas de distanciamiento social y de bioseguridad”.

El viceministro de Transporte, Saúl Castelar señaló que no se debe bajar la guardia con la pandemia.

Castelar llegó a tempranas horas a la verificación frente a la iglesia Basílica Nuestra Señora de Guadalupe, en los límites de los municipios de Antiguo Cuscatlán y San Salvador.

Se ha constatado que los usuarios cuidan de su salud al utilizar mascarilla y alcohol líquido o en gel mientras se trasladan a sus destinos, dijo Castelar.
Además, en las unidades también les proveen de limpiador de manos; no obstante, es la saturación de las unidades donde más se han registrado inconvenientes con la Ley General de Tránsito.

Entre estos destacan que algunas unidades realizan viajes con el número de pasajeros por encima de lo permitido en la ley.

Para Castelar, las sanciones siguen siendo un problema que ha limitado el control y verificación al no tener sanciones específicas para el tema de la bioseguridad.
También hay verificación de  llantas en buen estado y que su interior no presente deterioro que cause malestar en los usuarios, controles antidoping, entre otros.

Y con la apertura de las escuelas y colegios también se trabaja en la prevención del COVID-19 al inspeccionar diariamente el transporte privado de estudiantes.

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