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El mundo de ayer tu muerte vivió
tu resurrección vive el mundo de hoy
… Hombre Valiente –Mártir-
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… Hombre Profeta –Mártir-
humilde hasta tu muerte
…Ejemplo VIVO de Amor
aquel que fraguó tu muerte
aquel que a Rutilio disparó
El Zumpúl / El Mozote
Dejó Ríos de sangre y dolor
Al pueblo masacró con ODIO
…El mismo –Maligno-
se equivocó…
con tu muerte / tu Martirio…
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35 años de martirio de Monseñor Romero
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Apopa 12 de marzo de 2015
HABLA
MONSEÑOR ROMERO
Lamberto Picado, online purchase cmf
¡¡Qué despertar más raro en este día…!!
¡Si mi pueblo es un pueblo, pills bien austero…!
No entiendo cuánto globo y cuánto ruido, ask
Qué gentío ,,. -nativo y forastero-,
ha llenado las plazas y las calles
con gritos que se escuchan hasta el cielo…
¡Me quieren hacer santo..! ¡¡ No es lo mio…!!
Lo mio es ser del pueblo, ser “romero”
que huele a flor de monte, a tierra seca,
– campesino de sol y de sombrero -…
No soy Oscar Arnulfo, ¡soy Romero!
Romero a secas, hombre de a pie, ¡solo!…
¡poco amigo de mitra y solideo..!
Sí, amigo de los pobres del mercado,
y muy amigo de Dios en el que creo…
Como arroz y frijoles, ¡¡y pupusas…!!
igual que lo hace el pueblo a quien yo quiero…
Por eso me resulta tan incómodo
que me den el “beato” por trofeo.
No quiero me den nada; dí mi sangre
cual humilde, tierno y fiel cordero…
¡Qué regalo que me hizo el Pastor santo
qué medalla me puso El, en el pecho…!
Y esa sangre, yo dije, que algún dia,
brotaría caliente entre mi pueblo…
Yo no quiero banderas ni pancartas,
que me suban arriba, a los luceros…
¡soy solo obispo, un cura, un fiel cristiano,
que apenas hice solo lo que debo…!
¡¡soñé un pais en paz; un nuevo mundo
siendo para Jesús su pobre obrero…!!
Mil gracias, Padre Santo, por dejarme
con mi querida gente, aún despierto…
y hacer que mano a mano construyamos
esta hermosa locura de tu Reino…
¡No estoy muerto, estoy vivo y grito y grito
que el amor al hermano es lo primero…!
San Salvador, Mayo 2015,. Beatificación de Romero
Romero-santo
Anna Amaya Aguilar
Sigues hondamente
incrustado en el pálpito del pueblo.
Tu imagen apacible,
surge como destello de amor
Y
tu voz que, abruptamente fue silenciada,
por el misil asesino,
resuena como campanas de liberación
II
Pastor del pueblo,
llevabas himnos de paz en tu palabra
fortalecida en cada recodo del camino;
que hoy se aviva en nosotros
Y en aquellos que se quedaron
con un ideal cuajado en los grandes ojos abiertos ya sin vida,
de los peregrino que arrastran la montaña de la injusticia
(cansados de enjugar lágrimas)
III
Tu martirio fue transmutado en luz y justicia
Y se perpetuará.
Estás vivo y vibrante en la entraña del pueblo.
Tu presencia de luz ensancha la esperanza
que iluminaste,
concientizaste,
sacudiste,
ungiste.
IV
Estamos sobre el umbral de tu beatificación
cerca de nosotros en tu luz envolvente
que borra la turbulencia de las horas grises.
Estás en nosotros
mujeres, hombres,
niños y niñas abandonados y maltratados
Y en nuestra realidad, siempre
salpicada de sangre.
VI
Voz dialogante la tuya Monseñor
sencilla
providencial;
que sigue expandiéndose
Y resuena
en los ecos cóncavos de nuestra patria.
Voz que llena
fortalece y se multiplica por lo infinito
VII
Tu fuego fue hoguera de consuelo que
Se alargó
hasta los enfermos
los reclusos, los torturados
desaparecidos
minimizados
excluidos
marginados
invisibilizados y en los mártires
que esculpieron sueños con su savia derramada
Y es que vos presentaste universo de la dignidad humana,
Incitando a recorrer las arboledas
de la gracia y las bienaventuranzas
en un bosque deshumanizado y deshumanizante
IX
Monseñor,
escucha nuestra plegaria
aún lacerada,
Intercede por la familia salvadoreña
por la familia de la humanidad,
intercede
por nuestra equidad histórica
desde el ángulo de las señales
que desdibuja tiempos pasados
Y que hoy esboza
Una nueva primavera.
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