PIEDAD
Ojos que desde adentro recrean los muros del enojo, drugstore la palabra ingrata en la boca del doloso afecto y los músculos ariscos al escarnio, seek resintiendo la furia de cada latigazo.
Ah, que mudos calendarios atestiguaron la explosión de la impotencia, la dentadura rechinante ante la furia de cada embate y los barrotes erguidos y duros, trazando los límites de la complicidad acostumbrada.
Oh, como aturden los ecos de aquellas aciagas horas, la edad al fin rodó por veredas de asfalto y polvo, hasta que socavones de impotencia minaron el aguante.
El rumor de la clemencia nunca escuchada, sigue gritando por otras veredas que también juegan al sacrificio.
Maldito es el ciclo determinante del dolor y la barbarie, juntos como sentenciados mellizos circundan los entornos del ensueño.
FATUIDAD
El temblor en los estirados párpados escapa al control moralista, pensar con imágenes es lícito dice el silencio, sobre todo cuando no hay quien atestigüe la morbidez del pienso. Tiembla la razón y se desdibujan los principios, se desestabilizan las amarras del cinismo ante la voracidad del fuego, los pactos con la familia no cuentan a la hora de la caza y en la calle se anda para ir o venir a lo tácito, no hay justificación para transgredir las tangentes y no importa si la gente indecente se afana en su púbica oferta, la verdad es que los ojos van donde nada los cega y la carne se desploma cuando otra carne no se aploma en su cometido. Ah, bendita concesión a los sentidos, el espectáculo citadino no le niega sus virtudes a las ansias siempre en desbande.
MAREDAD
No sirvieron de mucho tus raíces, si terminaron gritándote su odio en agradecimiento a tu sacrificio.
Quien sabe cual es tu especie si tus frutos malos no corresponden a tu estirpe.
Las mareas de la vida arrancan de tajo lo bueno del ser, lo llevan hasta lo inhóspito del respiro, lo postran a la vera de la insoportable intemperie.
¿Qué hiciste mal, para que tus frutos no se enorgullecieran de tus beldades? Oh, maldita sensación derrotista que acecha los segundos, decrépita ansiedad porque se abra de nuevo el tercer ojo y veas lo que viene.
¿Qué es lo que pagas con la maldad de tu sangre que deviene en tu contra? Oh, insensatez. Malgastar la bondad en quienes se ensañan contigo, mientras otras necesidades corroen el respiro.
Sin embargo, todo sigue siendo bello y diáfano, aunque duele saber que los karmas no perdonan y que quien sea que gobierne al humano, su justicia cae sobre cualquier gandulería.
VACIEDAD
¿Cómo esgrimir la tentación como impulso callado? La extraña lasitud que muestra la tersura incitante, lleva consigo el castigo que de por si se ofrece, la carne que enciende el infierno de las manos, no se come, solo se lame y se besa, se recorre suave con la punta de la lengua hasta el horizonte del escalofrío.
¿Cómo abreviar el camino hacia lo bien anhelado? Si el anhelo está pegado en cada poro y la caricia no alcanza a terminarse sobria, se adelanta a posarse ingenua sobre los instantes donde el palpitar reclama sosiego, pero la longitud de cada zona erógena es interminable, cuando la euforia pide transitar el piélago propuesto y descubrir que la sonrisa inicial de la conquista, no era más que una carcajada que pedía ser callada ante el punto excitado, ahí donde el beso significa que se deja de jugar a la inocencia.
ODARISCA
Quién iba a decir que años después intentas retomar el paso rechazado, que lloras a mar abierto todo lo que siempre negaste, que por no atender la alarma del amor bueno, tu necesidad se postró ante el mal cortejo. Que por mantenerte jugando con los años, el implacable tiempo te cayó a pausas sobre cada hueso. Cómo haber imaginado que tu mañana era ya una sentencia, rondando en la demencia cuando se despertó ante el timo. Quién iba a ignorar que en silencio se sufre lo que con algarabía se festeja, que a veces lo juvenil y lo hermoso abusa del retozo, que cuando el tiempo vuela y nos retumba en ulteriores años, despertamos en la soledad de la soberbia, y sin decir mucho, nos inculpamos con piedad insana, porque sin repasar lo mal hecho nos tomamos el derecho a seguir con la parranda, y caemos en la locura entre la piel ya sin tersura, rechazando el pelo blanco y la inmutable arruga que no perdona las edades.
VACUIDAD Si la mirada vuela sin rumbo, y la sonrisa no existe en lo profundo, es porque la tristeza acompaña cada paso. La tersura de la piel es efímera y se va como agua entre los dedos. De pronto nos despierta la angustia como mensajera del silencio que nunca escuchamos. El ahora debe ser la aurora que nos levante el ánimo cuando morir sentimos. La añoranza eterna será siempre enferma si con sanidad no se cultiva.
POSTERIDAD
Eran como volcancillos vomitando lujuria, erectos sobre la tersura del morbo, crispados por la tentación del paso siguiente que casi siempre terminaba en espasmo, orgasmo y marasmo, espléndido festín del culmen, la locura de la húmeda galaxia invadida por su polo de fuego. Recuerdo que desaparecía la imagen pública de tu sonrisa cuando el frenesí te retorcía de pies a cabeza, porque te retorcías perdida en la sábana celestina que se adhería a tu extasiante y plácida ligosidad de las entrañas, hasta que un vendaval de saltos y banales rictus de muerte y vida, aplaudían a piel suelta aquel feliz instante neuronal que surtía siempre el efecto del engaño. Hasta que el gusanito deleitante y firme renunciaba a su bravura y el caracolillo de tu oloroso océano buscaba como acomodarse en tu bellísima fisura.
OQUEDAD
Pequeña, no sueñes en tocar una estrella, son incendios a distancia que queman sin sentirlo. No trates de mirar tras las sombras de la noche, en ellas anidan los secretos que alteran el orden de la tranquilidad anhelada. No te atrevas a preguntar donde las respuestas son hirientes y denigrantes, disipa las dudas entrando a sus entrañas para que sepas que aún ellas, son fantásticos tesoros que al descubrirlas fascinan, encantan, maravillan los sentidos. No niegues luz donde la oscuridad habita, al final las palabras son aprehendidas por quien necesita de la esperanza. No huyas jamás del riesgo, ocúltate nada mas cuando su furia acabe, porque dentro de si, trae enseñanzas que duran mientras la vida se resiste a dormir su último sueño.
LINDA
Linda el susurro con las ganas del grito, linda la mística rosa, con su ríspida espina, linda tu piel inquieta con los poros ansiosos, lindas con la noche incierta si te acercas a la tentación de la caricia. Linda, todo es lindo, pero si traspasas el lindo lindero, no habrá linduras que lindar con nada.
GATOLEÓN
La peste de las dudas se apacigua, encontró los antídotos del fraude; despellejó pieles sin magia ni encanto, acabando con las lisas sabandijas. El gatoleón finge su quebranto, callado remastica cada infortunio; maulla quedo para cazar calmado,y sobrio festeja el dolor inexistente. Las gatas celebran sus traiciones, sin saber que la treta era del macho; porque cedieron sus cuerpos por nada
a la irónica víctima que actúa su crisis. el juego del gatoleón es viejo y funciona, siempre que su placer olía a carroña, armó calvarios para mudarse de amante
y las ingenuas musas se iban victoriosas.