Godofredo Echeverría
Colaborador
Al triunfo de la Revolución Cubana, Vicente habría tenido alrededor de 12 años, edad en que la conciencia se va enriqueciendo con los hechos de la realidad y demanda asumir actitudes que se consoliden en la personalidad juvenil que se va perfilando. Vicente, proveniente de una familia de tradición revolucionaria, se identificó con los postulados e ideales de la Revolución Cubana desde esa temprana edad. Descubrió la guitarra cuando era estudiante de secundaria y su amistad con Silvio Rodríguez, ninguno de los dos la abandonaría durante toda su vida.
Esos primeros años de revolución significaron innovar, imaginar e inventar, pues, como dijo alguna vez Fidel Castro: “a nosotros nadie nos enseñó cómo se construía el socialismo”, para Vicente y para un grupo de jóvenes compositores lo que iba quedando claro era que la revolución no se podría llevar adelante sin guitarra. Por esa razón es que con el apoyo de Casa de las Américas y de su directora Haydée Santamaría, se llevó a cabo, en 1967, un recital de jóvenes trovadores cubanos, que posteriormente daría lugar a la constitución del Movimiento de la Nueva Trova Cubana, en el corazón del cual se encontraban Vicente Feliú, Noel Nicola, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, considerados como los padres fundadores de la Nueva Trova.
Vicente Feliú se presentará
en el Teatro Nacional de San Salvador
Fecha: sábado 3 de noviembre
Hora: 5 p.m.
Entrada: $8.00 preventa y $12.00
el día del concierto.
El miércoles 17 de octubre, la Asociación Cultural Hermanos Saíz le entregó la condecoración de “Maestro de Juventudes”, junto a otras personalidades de la cultura cubana, sobre este acontecimiento Silvio Rodríguez escribió en su blog Segunda Cita: “De todos estos valiosos compañeros y compañeras a quienes la Asociación Hermanos Saíz premió con el título “Maestro de juventudes”, de quien más sé es de Vicente Feliú Miranda, a quien conocí en una bronca en la puerta de nuestra Secundaria (donde no se daba filosofía) cuando él tenía 13 y yo 14 años… Vicente siempre fue un joven ejemplar, iba al frente de todas las tareas, lo mismo sonaba una arenga que se volvía actor para una obrita de teatro. Le decíamos Tareco. Después se fue a recoger café a la Sierra Maestra y cuando regresó cogió el pedagógico, para hacerse maestro de Física. Pero le pasó como a mí con el dibujo: se le atravesó una guitarra en el camino… Vicente es el único trovador, que yo conozca, que se hizo obrero metalúrgico, experiencia que le sirvió para hacer algunas canciones épicas y para torcerse la columna vertebral, problema del que ha padecido toda la vida… Vicente fue el más cojonudo de todos los que estuvimos en Angola. En una emboscada, como iba en el medio del jeep y no podía tirar, se puso a recitar poesía… Todo, o casi todo lo que ha pasado en la cultura en Alamar, Vicente está detrás. La fábrica de trova y el movimiento de trovadores como Karel García y Carlos Lage, todo eso siempre giró en torno a Vicente. Está bien que le den este premio ahora. Solo me pregunto por qué no fue al primero que se lo dieron”. (Silvio Rodríguez).
Vicente fue parte de la conducción del Movimiento de la Nueva Trova Cubana, así como del Movimiento Internacional de la Nueva Canción y a pesar de esos esfuerzos que le consumían gran parte de su tiempo, ha compuesto buena cantidad de canciones recogidas en 11 discos de larga duración y en el libro Créeme: canciones de tiempos difíciles y hermosos, publicado en 2008 por la Editorial Letras Cubanas.