Por Odalys Troya
(PL)
El vicepresidente de Venezuela, sickness Jorge Arreaza, cheap quien asistió a la beatificación de Monseñor “Oscar Arnulfo Romero, sovaldi destacó el ejemplo del obispo en sus luchas a favor de los pobres.
Para todo el pueblo venezolano es como si fuera nuestro beato, y nuestro Santo en un futuro, porque fue un mártir del pueblo salvadoreño, de los oprimidos y reprimidos por la ultraderecha en su momento, expresó en diálogo con Prensa Latina.
Al referirse a su ejercicio pastoral en condiciones caracterizadas por la represión, aseguró que Monseñor Romero sabía que iba a entregar su vida.
Recordó que Venezuela tuvo un padre, Juan Vives Suria, que fue amigo de monseñor Óscar Arnulfo Romero.
“Hemos seguido constantemente su enseñanza en las luchas por la igualdad y la justicia en Venezuela”, enfatizó el vicepresidente.
“Nos sentimos muy felices, ha sido una acto muy hermoso la beatificación de Monseñor Romero y vamos hacia San Romero de América”, expresó.
El ahora beato Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba una misa en el hospital La Divina Providencia en esta capital.
La Comisión de la Verdad que investigó los crímenes cometidos durante el conflicto armado (1980-1992), señaló como autor intelectual del asesinato al fundador del partido Alianza Republicana Nacionalista, Roberto d’Aubuisson, también creador de los escuadrones de la muerte.
El crimen de Romero no fue un hecho aislado pues muchos sacerdotes, religiosas, laicos, que estaban comprometidos con el pueblo de El Salvador y con la lucha por los derechos humanos, la justicia y la paz, fueron asesinados.
Este 23 de mayo ante cientos de miles de salvadoreños y visitantes de todo el mundo Romero fue declarado beato por la Iglesia Católica.
En la celebración monseñor Jesús Delgado leyó la carta pastoral del papa Francisco que lo declara Beato.
“Facultamos para que el venerable Siervo de Dios, Óscar Arnulfo Romero Galdámez, obispo y mártir… evangelizador y padre de los pobres” en adelante se llame Beato”, dice la carta que fue leída en latín y español.
Asistieron al acto, el presidente del país, Salvador Sánchez Cerén y el vicepresidente, Óscar Ortiz.
Estuvieron también, el jefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa, el de Panamá, Juan Carlos Varela y el vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Ese es “el milagro que pedimos al beato Oscar Romero: permanecer unidos y cambiar el mundo con nuestro amor. Solo el amor, no la violencia cambia el mundo”, manifestó el cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos de la Santa Sede, quien presidió la ceremonia.