Por Francisco Jara
La Habana/AFP
Doce víctimas del conflicto armado colombiano que claman justicia desde hace años entregarán por primera vez este sábado sus testimonios ante delegados del gobierno y de la guerrilla, troche en la etapa más dramática y compleja de las negociaciones de paz de La Habana.
«Es un paso de inmensa transcendencia que nunca se había dado», destacó en la víspera el presidente colombiano Juan Manuel Santos (centro-derecha), quien sentó en la mesa de negociaciones en noviembre de 2012 a las comunistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país.
La reparación de las víctimas es el cuarto de los seis puntos de la agenda de paz y uno de los más complejos, debido a que ambas partes se culpan mutuamente por la violencia armada, que ha dejado en medio siglo 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados, según cifras oficiales.
Las dos delegaciones de paz ya consensuaron los tres primeros temas de la agenda.
Entre las 12 víctimas, las primeras de las 60 que podrán dar su testimonio ante los negociadores que intentan acabar el último conflicto armado en América Latina, figuran personas que perdieron a sus seres queridos en algunas de las peores matanzas que estremecieron a Colombia en las últimas décadas.
Entre ellas hay víctimas de la guerrilla, de agentes del Estado (militares y policías), de paramilitares de derecha, de narcotraficantes y de distintos grupos armados combinados.
En ciertos casos, ésta será la primera ocasión que tienen algunas víctimas para estar frente a frente con dirigentes de sus victimarios.
«Masacre en iglesia colmada de refugiados»
Entre las 12 víctimas figura Leyner Palacios, líder de los familiares de las decenas de muertos en la denominada «masacre de Bojayá» en 2002, dijo el comité que escogió a las personas que darán su testimonio, conformado por la oficina de la ONU en Colombia y la Universidad Nacional, con acompañamiento de los obispos católicos.
En Bojayá (oeste) «murieron 79 personas que se encontraban refugiadas en una iglesia. Allí las FARC lanzaron un cilindro bomba en medio de un enfrentamiento con un grupo paramilitar», indicó el comité en un comunicado.
También hablará Luz Marina Bernal, cuyo hijo de 26 años con discapacidad mental Fair Leonardo Porras Bernal -a quien ella todavía llama cariñosamente «Soacha»- fue secuestrado y asesinado en enero de 2008 por militares que lo hicieron pasar por un guerrillero abatido en combate, en uno de los casos conocidos como «falsos positivos».
También hablará José Antequera, cuyo padre del mismo nombre era un abogado y político comunista que fue asesinado en el aeropuerto El Dorado de Bogotá en 1989, en un crimen atribuido al cartel de narcotraficantes que dirigía el difunto Pablo Escobar.
Como víctimas de paramilitares hablarán Débora Barros, una indígena que perdió a cinco mujeres de su familia en la «masacre de Bahía Portete» (noreste) en abril de 2004; y Jaime Peña, «padre de uno de los 32 jóvenes desaparecidos y asesinados en Barrancabermeja» (noreste) en mayo de 1998.
Buscando «equilibrio» y pluralismo»
Las 12 víctimas llegaron a La Habana desde Bogotá el viernes en un vuelo fletado y se hospedaron en el Hotel Occidental Miramar, comprobó un periodista de la AFP.
Viajaron acompañadas por el coordinador de ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild; el director del programa de paz de la Universidad Nacional; y el presidente de la Conferencia Episcopal colombiana, Luis Augusto Castro.
Estas entidades tuvieron a su cargo la delicada tarea de seleccionar entre miles de víctimas a las únicas 60 personas que podrán ser escuchadas en las negociaciones de La Habana, con el fin de que sus demandas sean plasmadas en un eventual acuerdo de paz.
«Las tres instituciones interpretamos (…) la necesidad de que las víctimas que integren las delegaciones puedan obviamente expresar el dolor por su caso específico, pero tengan la capacidad a fin de mostrar como su experiencia personal puede ser emblemática y representativa de otros casos semejantes», dijo el comité seleccionador, agregando que ha tratado de lograr «equilibrio» y «pluralismo».
Tanto las FARC como el gobierno reconocieron en 2013 tener una cuota de responsabilidad en las víctimas, lo que no impidió que esta dramática etapa comience en un ambiente de gran polarización en Colombia.
Las 12 víctimas ofrecerán una conferencia de prensa a las 4:00 de la tarde, hora local, informó la cancillería cubana.
La delegación regresará el domingo a Bogotá.