Página de inicio » Opiniones » Víctimas del delito: el eslabón olvidado en la búsqueda de la justicia

Víctimas del delito: el eslabón olvidado en la búsqueda de la justicia

Por Ricardo Sosa
Doctor y máster en criminología
@jricardososa

En el complejo entramado del sistema de justicia penal, las víctimas del delito más frecuente y cotidiano de lo que pensamos se encuentran en una posición de vulnerabilidad y desamparo. A pesar de ser el centro del conflicto, sus voces y necesidades suelen ser relegadas a un segundo plano, obstaculizando la verdadera búsqueda de justicia y reparación.

Desde una perspectiva criminológica y victimológica, es fundamental reconocer que las víctimas no son meros objetos pasivos del delito, condición que fue por más de 150 años de inicio de la criminología, son sujetos activos que sufren un daño físico, psicológico y/o material como consecuencia de la acción delictiva. Este daño puede tener consecuencias devastadoras en su vida, afectando su bienestar emocional y psicológico, su salud física, sus relaciones sociales y su situación económica.

La criminología, al estudiar el delito como un fenómeno social complejo, ha puesto de manifiesto la importancia de comprender la experiencia de la víctima, sus necesidades y sus expectativas. La victimología, por su parte, se centra en el estudio de la víctima como tal, analizando los factores que la hacen vulnerable, los riesgos que enfrenta y las consecuencias del delito en su vida, así como los procesos de desvictimización.

Es crucial destacar que las víctimas no son un grupo homogéneo. Cada persona es única y su experiencia del delito es singular. Algunas víctimas pueden requerir atención médica y psicológica especializada, otras pueden necesitar apoyo legal y económico, y otras pueden necesitar a como dé lugar buscar un espacio seguro donde ser escuchadas y comprendidas, sin cuestionamientos, ni juzgamientos.

El sistema de justicia penal tiene la obligación de garantizar los derechos de las víctimas, ofreciéndoles protección, información, apoyo y reparación. Esto implica reconocer su derecho a participar activamente en todo el proceso penal, a ser informadas sobre el desarrollo de la investigación y el juicio, a recibir protección frente a posibles represalias y obtener una reparación por los daños sufridos.

Sin embargo, en la práctica, las víctimas a menudo se enfrentan a grandes obstáculos que dificultan su acceso a la justicia. La falta de información, la burocracia, la victimización secundaria en las Instituciones y por representantes del sector de Justicia, y la falta de recursos para una atención integral y especializada son algunos de los problemas que pueden enfrentar.

Es necesario un cambio de paradigma en el sistema de justicia penal, donde las víctimas sean el centro de atención y sus necesidades sean prioritarias. Esto implica una mayor sensibilización en todo tiempo de los operadores del sector de justicia, una sólida formación especializada en victimología y la creación de mecanismos de apoyo y protección eficaces.

Además, es fundamental fomentar una cultura de prevención del delito, donde se promueva la empatía, el respeto y la solidaridad hacia las víctimas. La sociedad en su conjunto tiene la responsabilidad de crear un entorno seguro y justo para todos, donde las víctimas sean escuchadas, comprendidas y apoyadas en su camino hacia la recuperación.

A manera de conclusión, las víctimas del delito son el eslabón fundamental en la búsqueda de la justicia. Su reconocimiento, protección y reparación son elementos esenciales para construir una sociedad más justa y humana. Es hora de que sus voces sean escuchadas y sus derechos sean garantizados, y que su proyecto de vida sea restaurado de manera integral.

Ver también

TRISTES FANATISMOS; QUE HEMOS DE AHUYENTAR UNIDOS

“Vamos adelante juntos, enhebrados al verso de la vida, sobre la base de valores anímicos …