Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Héctor Carrillo, abogado de FESPAD e integrante de las organizaciones de la Memoria Histórica, manifestó su preocupación por el poco esfuerzo de la Fiscalía General de la República para investigar diversos casos de desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y ejecuciones sumarias de la población salvadoreña durante el conflicto armado de los años ochenta.
“Son muy pocos los fiscales asignados a los casos y por el carácter especial de los mismos creemos oportuno crear unos criterios específicos para investigar estos casos. Como una unidad especializada que cuente con recursos económicos y deben estar enmarcados dentro de una perspectiva de derechos humanos y que la Fiscalía trabaje con las víctimas y llevar de manera adecuada los casos”, explicó Carrillo.
En el marco de la Conmemoración del XXVI de la firma de los Acuerdos de Paz, las organizaciones sociales y colectivos de víctimas de graves violaciones a derechos humanos reafirmaron su petición de una normativa legal de protección y la aplicación de justicia, para superar la impunidad y resarcir a los y las afectados.
Asimismo, reiteró la necesidad de “mapear” los casos presentados ante el ente fiscal para aplicar las técnicas de investigación que demanda este tipo de casos. Lo que tendría que resolverse con más fiscales, ya que solo cuentan con cinco fiscales y se requiere más recursos económicos. Por lo que esperan una pronta reunión con el fiscal Douglas Meléndez en los próximos días. Asimismo, Mirna Perla, integrante del Colectivo de Derechos Humanos “Herberth Anaya” y el grupo gestor por la ley de reparación, acotó que les preocupaba los niveles de impunidad, al citar la visita del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Zeid Ra’ad Al Hussein, quien declaró que pese a los esfuerzos de la sociedad civil por la investigación de los casos estos no avanzan de forma adecuada.
“Invitamos al Estado salvadoreño en su conjunto a asumir seriamente la responsabilidad en la superación de la impunidad, reunificación de la familia salvadoreña, especialmente con las familias cuyos seres queridos fueron torturados y asesinados. Y si bien la conmemoración de la firma de los Acuerdos de Paz tiene un hondo significado de regocijo social, también es un compromiso para la verdad y la justicia”, indicó.