Por Kristen Van Schie
Johannesburgo/AFP
El organismo de defensa de especies salvajes se opuso este lunes en Johannesburgo a que Namibia y Zimbabue puedan vender sus reservas de marfil de elefantes, una decisión saludada por las organizaciones de defensa de los animales.
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Salvajes en Peligro (CITES), «votó contra la propuesta de Namibia y de Zimbabue de autorizar el comercio internacional de sus #elefantes», según anunció en un tuit, al término de varios días de reunión centrada en este controvertido comercio y los efectos devastadores de la caza furtiva de los paquidermos.
El comercio internacional de marfil está oficialmente prohibido desde 1989, pero Namibia y Zimbabue –cuyas poblaciones de paquidermos han sido menos diezmadas que en otros países vecinos– hicieron una propuesta para que se autorizara la venta de sus reservas de marfil confiscadas, o procedentes de elefantes muertos de muerte natural.
Su anunciado objetivo era hallar medios para financiar sus programas de protección. En efecto, el CITES ha permitido en un par de ocasiones la venta de reservas de marfil a Japón y China, en 1999 y en 2008.
Pero, esta vez, en una votación de carácter secreto de sus 182 miembros, además de la Unión Europea (UE), las propuestas de los dos países africanos fueron claramente derrotadas.
La UE había hecho saber antes de la votación que apoyaría «el mantenimiento de la prohibición internacional del comercio de marfil».
Devastadora caza furtiva
«Los elefantes africanos están en grave declive en muchas partes del continente debido a la caza furtiva para obtener su marfil. Permitir el comercio legal del marfil habría dificultado los esfuerzos en la lucha para preservarlos», declaró Ginette Hemley, responsable de la delegación de la organización de protección de la naturaleza WWF ante la CITES.
La protección de los paquidermos, buscados por los traficantes por sus colmillos de marfil era uno de los principales objetos a debatir en la reunión de la CITES.
Según cifras publicadas por la Unión internacional para la protección de la naturaleza (UICN), el número de elefantes africanos víctimas de tráfico ha aumentado dramáticamente en la última década hasta llegar a 110.000 cabezas.
África cuenta actualmente con alrededor de 415.000 elefantes –exactamente 111.000 menos que hace diez años– según un informe del UICN, basado en 275 recuentos por todo el continente.
«El fuerte aumento de la caza furtiva, que empezó hace una decena de años, es la principal causa del declive» de la población de elefantes, explicó la UICN,. Además, la creciente desaparición de hábitats naturales para los paquidermos amenaza también la especie, añade.
Una coalición de 29 países africanos habían pedido la interrupción total del comercio del marfil para acabar con la caza ilegal de elefantes, pero otros delegados consideraban que eso sólo haría aumentar los precios.
La CITES, cuya reunión en Johannesburgo termina este miércoles, regula la protección de 5.600 especies animales y de 30.000 especies de plantas.
El comercio ilegal de especies salvajes está evaluado en unos 20.000 millones de dólares (EUR 18.000 millones) al año, según la CITES.