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Melbourne/dpa
El suizo Roger Federer y la rusa Maria Sharapova avanzaron hoy a los octavos de final del Abierto de tenis de Australia con dos victorias con las que marcaron nuevos hitos en sus carreras.
Federer celebró su triunfo número 300 en torneos de Grand Slam, sildenafil los más importantes del mundo, buy viagra al vencer al búlgaro Grigor Dimitrov, mientras que Sharapova sumó su victoria número 600 como profesional al derrotar a la estadounidense Lauren Davis.
También se impusieron en sus duelos de hoy los máximos favoritos del certamen: el serbio Novak Djokovic despachó al italiano Andreas Seppi por 6-1, 7-5 y 7-6 (8-6), al tiempo que la estadounidense Serena Williams batió a Daria Kasatkina por 6-1 y 6-1.
La jornada estuvo marcada también por la lluvia. La utilidad de los techos desplegables quedó patente en la tarde, cuando los comisarios del torneo mandaron cerrar las cubiertas de las canchas principales y permitieron continuar con la mayor parte de los partidos de singles.
Campeón de 17 grandes, Federer superó por 6-4, 3-6, 6-1 y 6-4 a Dimitrov, un tenista diez años menor que el suizo y calificado desde que comenzó a despuntar en sus inicios como «Baby Federer».
El búlgaro, 28 del ranking, tiene un estilo de juego similar al de su rival de hoy, elegante, sobrio, revés a una mano y buena volea, pero posiblemente nunca llegará a conseguir el aura de Federer, que con 34 años se mantiene aún en lo más alto de su deporte.
El helvético, ex número uno del mundo, es el primer tenista de la Era Abierta, que arrancó en 1968, en alcanzar las 300 victorias en Grand Slam.
El segundo de la lista es el estadounidense Jimmy Connors, ya retirado y con 233 triunfos, mientras que el jugador en activo que más se le aproxima es Djokovic con 210.
Federer se acercó así un poco más al récord de Martina Navratilova, que acumuló a lo largo de su carrera 306 triunfos en los cuatro Grand Slam, más que nadie.
«Tuve que cometer muchos errores para ser lo que soy», dijo el suizo. «Me hubiera gustado ser más duro en los entrenamientos de joven, pero supongo que era lo que tenía que pasar. Tenía que ser genial o malísimo», añadió.
El actual número tres del mundo debutó en los Grand Slam en mayo de 1999 en Roland Garros, cuando perdió ante el australiano Patrick Rafter en la primera ronda. Su primer triunfo no llegaría hasta el Abierto de Australia 2000, cuando se impuso a un Michael Chang que ya estaba cuesta abajo.
En total, Federer disputó 67 grandes, contando el actual torneo, de los que ganó 17, siete en Wimbledon, cinco en Estados Unidos, cuatro en Australia y uno en Roland Garros. Además, jugó otras diez finales.
En el encuentro de hoy ante Dimitrov cedió su primer set del torneo, pero mantuvo la cabeza fría y volvió a apagar al búlgaro, al que ya ganó las cinco veces que se enfrentaron.
El siguiente rival del suizo será el belga David Goffin, que superó antes al austríaco Dominic Thiem por 6-1, 3-6, 7-6 (7-2) y 7-5.
Sharapova cedió también su primer set del Abierto, pero reaccionó con firmeza para avanzar a los octavos.
Campeona del torneo en 2008, la rusa derrotó por 6-1, 6-7 (5-7) y 6-0 a Davis y chocará el domingo con la suiza Belinda Bencic por una plaza en los cuartos.
«Me voy haciendo mayor», dijo la rusa, de 28 años, cuando le recordaron en la pista Rod Laver el dato de sus 600 triunfos.
Sharapova es la décimo séptima tenista de la historia en alcanzar esa cifra. Sólo hay tres jugadoras en activo que hayan superado esa barrera: las hermanas estadounidenses Serena Williams y Venus Williams y la serbia Jelena Jankovic.
La sorpresa del día la dio el español Roberto Bautista-Agut, que derrotó al croata Marin Cilic, número 13 del mundo y campeón del US Open 2014, por 6-4, 7-6 (7-5) y 7-5.
Bautista-Agut, número 21 del ranking de la ATP, igualó así su mejor resultado en un torneo de Grand Slam. El español había accedido hasta hoy cuatro veces a los octavos, pero nunca superó esa barrera.
