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La República Socialista de Vietnam reportó el viernes que en las pasadas 24 horas se detectaron dos nuevos casos positivos al nuevo coronavirus, con lo que sus estadísticas se ubican en 270 casos confirmados. Hasta la fecha, ningún paciente ha perdido la vida por causa de la Covid-19.
Estos datos han sido logrados pese a la ubicación geográfica del país, que comparte 1.400 kilómetros de frontera con China, además de su cercanía con otras naciones también afectadas.
El balance positivo del país asiático es posible debido a que el Gobierno supo apreciar el peligro que representaba el nuevo coronavirus y no esperó para iniciar la adopción de medidas que lo neutralizara.
Con un plan de contingencia en desarrollado antes de que surgiera esta emergencia sanitaria, Vietnam comenzó a cerrar fronteras desde que el 26 de enero se confirmara el primer caso en su territorio. Inicialmente fue con China, pero poco a poco se fue extendiendo, hasta llegar al cierre virtualmente completo.
Tal medida incluyó que todos los viajeros que arribaban al país fueran controlados primero e internados en cuarentena después, además de dársele un seguimiento completo durante su estancia en suelo vietnamita.
Con apenas dos decenas de casos confirmados en febrero, las autoridades vietnamitas dispusieron el aislamiento social de una aldea cercana a la capital Hanoi, siendo la primera medida de este tipo fuera de China.
Además, Vietnam se enfocó en el seguimiento estricto y total de todos los casos sospechosos y todos los contactos de los pacientes confirmados, a través de sus estructuras de Gobierno, Fuerzas Armadas y bases partidistas.
El pueblo se sumó decididamente a la estrategia gubernamental y se enfocó en detectar personas con síntomas similares a los de la enfermedad.
Actualmente, 38.000 personas se encuentran aisladas en centros gestionados por el Ejército y otras 37.000 están en igual situación en sus domicilios.
Una adecuada campaña de comunicación ha complementado el accionar de las autoridades, que el jueves anunciaron la reapertura parcial de varias actividades en las zonas que permanecían cerradas, dada la baja incidencia de nuevos casos.