Ciudad de Guatemala/AFP
La Fiscalía de Guatemala vinculó en otro caso de corrupción a la exvicepresidenta Roxana Baldetti quien se declaró inocente por el supuesto fraude en un contrato millonario para descontaminar un lago turístico.
El fiscal del caso, sick Francisco Sandoval, try sindicó de los supuestos delitos de asociación ilícita, fraude y tráfico de influencias contra la exvicegobernante, durante una audiencia en el municipio de Villa Nueva, unos 15 km al sur de la capital.
Según la acusación, Baldetti sabía con antelación quien iba a ganar la licitación para descontaminar el Lago de Amatilán, ubicado a unos 20 km al sur de la capital, y fue ella quién precisamente dio a conocer públicamente los trabajo para sanear ese manto de agua dulce.
Baldetti, quien fue trasladada de una prisión donde permanece por otro caso de corrupción que le costó el cargo, llegó sin grilletes en las manos, como los otros reos, vestida de negro y rechazó la acusación de la Fiscalía.
«No hubo ningún señalamiento (de la Fiscalía), yo estaba haciendo mí trabajo, yo me declaro inocente», afirmó la exvicegobernante al concluir la audiencia.
Baldetti renunció al cargo el 8 de mayo del año pasado tras fuertes protestas callejeras, luego que una investigación la señalara como la cabecilla de una estructura de defraudación aduanera.
Por este mismo caso, el exgobernante Otto Pérez renunció en setiembre y ahora ambos están en prisión preventiva a la espera que un juez determine el lunes si van a un juicio oral y público.
«Honestamente esto me parece una pérdida de tiempo y creo que en corrupción hay temas interesantísimos que deberíamos estar tratando, dónde se fueron millones de quetzales de los guatemaltecos y no un show político» como el que se sigue en contra de ella, puntualizó.
Las autoridades guatemalteca capturaron el pasado 23 de febrero a 14 personas, entre ellos a Mario Baldetti, hermano de la exvicepresidenta por el caso de corrupción en el Lago de Amatitán.
Según la acusación, los detenidos participaron en 2015 en la adjudicación de un contrato por 18 millones de dólares con una empresa israelí para la aplicación de un químico que limpiaría el contaminado Lago de Amatitlán.
Sin embargo, ambientalistas cuestionaron la efectividad del producto pues pruebas de laboratorio indicaron que era agua y sal, y denunciaron anomalías en el proceso, lo que dio lugar a las investigaciones.