Redacción YSUCA
Un informe reciente de Human Rights Watch indica que en febrero de 2024, Nayib Bukele logró un segundo mandato presidencial con más del 80% de los votos, desafiando la Constitución que prohíbe la reelección inmediata.
La victoria fue facilitada por una Corte Suprema alineada con su gobierno y reformas electorales que favorecieron a su partido, Nuevas Ideas, el cual controla 54 de los 60 escaños legislativos. Observadores de la OEA señalaron irregularidades en el proceso electoral, incluyendo el uso de recursos estatales y la falta de independencia judicial.
El informe de Human Rights Watch también señala que el régimen de excepción vigente desde el 2022, ha permitido detenciones masivas, con más de 83,000 personas arrestadas, muchas sin pruebas claras.
Diversos grupos de derechos humanos han denunciado torturas, desapariciones forzadas y condiciones carcelarias críticas, con 108,000 detenidos en cárceles diseñadas para 70,000. La violencia de las pandillas ha disminuido, pero persisten denuncias de abusos y arbitrariedades.
Además Human Rights Watch explica que el gobierno de Bukele enfrenta críticas por cooptar instituciones judiciales y restringir la transparencia. La percepción de corrupción en el país alcanzó su nivel más bajo en 12 años, según Transparencia Internacional. Además, se han aprobado leyes que limitan la independencia judicial y amplían el poder del Ejecutivo.
El periodismo y la libertad de expresión enfrentan crecientes amenazas, con casos de acoso, espionaje y represalias contra periodistas y activistas. En 2023, el 27 % de la población vivía en pobreza, con marcadas desigualdades entre zonas rurales y urbanas, dice el informe.
Añade que El Salvador mantiene una estricta penalización del aborto y carece de avances en derechos LGTBI. Instituciones públicas han eliminado referencias a la diversidad sexual, y no se reconocen los derechos de personas transgénero ni el matrimonio igualitario.