Aurora Gámez Enríquez
Presidente Grupo ALAS
(Autoras Literatura y Artes),
colegiada en ACE-Andalucía y Humanismo Solidario
www.presidentagrupoalas.blogspot.com
“-Don Rubén, antes de revisar fotografías de la escena, dígame ¿qué quiere decir Abraxas, o qué significado podría tener esa palabra? -preguntó.
Novela de acción, yo diría de acción/reacción, contiene vida y pensamiento sui generis. Sergio Flores ha reflejado, o quizás creado, un mundo delictivo y violento en el que se desarrolla toda la novela.
Desde luego es apasionante y no deja indiferente a quién la lee, a mí me ha sobrecogido en algunos momentos abrumado pensar que haya partes de realidad indudables en todo lo descrito.
Personajes agresivos y altamente entrenados en las armas, traficantes de drogas que poseen el control de las Maras todo imbricado con pensamientos mágicos sobrenaturales.
No falta el personaje altamente humano, instruido en lo que da en llamas Teosofía que domina el conocimiento de rituales mágicos. Despliega, sorprendentemente la sabiduría ancestral tanto en lo referente a la mitología americana como la Cristiana occidental e incluye entre sus saberes también la de oriente.
Uno de los personajes, Rubén Girón, dulcifica con la bondad algunos pasajes, pero no deja respiro al lector haciendo presente en todo momento los elementos del mal en acción prácticamente continua.
A lo largo de la lectura tuve presente otras obras maestras del género llevadas al cine con reconocimiento universal, me refiero a “Apocalipse Naw 1979” que vi en Barcelona en estreno.
Esta película bélica basada en el guion de “El corazón de las tinieblas de Heart of Darkness que a su vez se basó en una novela breve de Joseph Conrad ambientada en África a finales de siglo XIX y trasladada la acción a la guerra de Vietnam.
Ya digo, la tuve en mente permanentemente, otra cultura, otra guerra, otros continentes pero el hecho humano sigue latente de manera igual. Los sentimientos ante la muerte, la maldad, el acoso y la desesperación las personas sufren y sobreviven o no a los hechos.
Otra impactante película bélica que dejó a mí y a medio mundo marcados fue y sigue siendo Patom (pelotón en Hispanoamérica), guion escrito por Oliver Stone sobre la guerra de Vietnam.
Sergio Flores en El violín de Justo Armas, a través de sus personajes, habla de Los Mayas, del imperio Azteca salta al Tarot Egipcio, la cultura cristiana y sin solución de continuidad nos introduce en el pensamiento Oriental para argumentarnos la búsqueda de un violín que contiene secretos poderes y hechizos.
En esta trama de pensamiento se va desarrollando la acción. El conocimiento del mundo de las armas, de la guerrilla y del arte de la guerra queda patente en todo momento. Sergio Flores es conocedor de este mundo y en el nos va metiendo a lo largo de toda la novela, 197 páginas.
Confieso haberme agobiado en momentos. No estoy acostumbrada a los entresijos de la guerra ni me gusta en modo alguno leer sobre el tema. Me asusté bastante de solo pensar que se pueda vivir con esta incertidumbre alrededor.
Quiero pensar que las personas normales en su país, y en cualquier parte del mundo, pueden desarrollar una vida sencilla de trabajo y de estudio sin tanta maldad rondando sobre sus cabezas. La maldad está ahí rondando siempre y como dice el mismo Sergio Flores en equilibrio con las fuerzas del bien.
Al término de la novela nos deja con la magia bondadosa de las luciérnagas como metáfora de un cielo justo y amable. Gracias Sergio por esta licencia poética.