Por Daniel Merolla/Paula Bustamante/Buenos Aires/AFP/PL
El conservador Mauricio Macri dio la sorpresa en las presidenciales del domingo al colocarse en virtual empate con el favorito Daniel Scioli, there el candidato apoyado por la presidenta Cristina Kirchner. Ambos competirán en el primer balotaje de la historia argentina, recipe el 22 de noviembre.
Cuando todos creían que el resultado estaba cantado a favor de Scioli, el búnker de Macri estalló en abrazos, globos y desconcierto al conocerse que se colocaba primero, con dos puntos por encima del aspirante oficialista en los primeros cómputos de la Junta Nacional Electoral.
Ninguno de los candidatos logró sumar el 45% de los sufragios, o el 40% y una diferencia de diez puntos sobre su rival segundo para ganar en primera vuelta.
A medida que avanza el cómputo, la diferencia se va estrechando. Con 92% de los votos escrutados Scioli obtenía una ligera ventaja (36,35%) frente a Macri (34,78%). Las cifras seguían siendo un batacazo para analistas y electores.
Otra de las grandes sorpresas de la jornada fue la elección a gobernador de la provincia, en la que se imponía la candidata opositora María Eugenia Vidal por cinco puntos sobre el kirchnerista Aníbal Fernández, con más del 90% de los votos escrutados.
«Lo que ha sucedido hoy cambió la política del país», dijo eufórico Macri (56 años), el empresario de derecha que es alcalde de Buenos Aires desde hace ocho años.
El analista político Jorge Giaccobe consideró el resultado como «inédito».
«Todos los análisis fueron un rotundo fracaso. Estamos frente a un hecho novedoso que no vio nadie, ni siquiera Macri que pretendió únicamente estar en segunda vuelta», dijo.
Antes de ponerse a bailar cumbia en la tarima, entre una lluvia de globos, Macri aseveró que «los desafíos no son fáciles pero me tengo fe».
En el búnker de Scioli (58 años) la fiesta se convirtió en velorio aunque el candidato se había adelantado a los resultados para asomar el posible balotaje.
«Convoco a todos los indecisos e independientes para alcanzar la victoria de todos los argentinos», había dicho Scioli antes de que se publicasen los primeros resultados.
«Estoy mal, no es lo que pensábamos, pero en segunda vuelta ganamos», dijo a la AFP Agustina Vargas, integrante de la agrupación pro Kirchner «militantes desde la panza», de 19 años.
En tercer lugar se ubicó Sergio Massa (43), exjefe de gabinete de la mandataria saliente y diputado peronista de centroderecha opositor.
«En unas semanas volvemos a votar, y seguiremos luchando», exhortó a sus militantes Massa, transformado en virtual árbitro.
La elección pone fin a 12 años de gobiernos del matrimonio Kirchner, de centro-izquierda.
FpV perdió fuerzas en Congreso
Pese a una merma sustancial en la Cámara de Diputados, el Frente para la Victoria (FpV) sigue siendo ahí la primera minoría y junto a sus aliados constituyen mayoría de 114, y esto le permitirá elegir el presidente de este importante hemiciclo.
El FpV fue la fuerza que más bancas puso en juego en las elecciones legislativas, un total de 70, y de los 119 que tenía bajó a 97 para la próxima legislatura, según los resultados oficiales que deja el conteo provisional.
Aunque con menos bancas, el FpV logró no obstante consolidar su condición de fuerza mayoritaria en la cámara baja en la que entraron Máximo Kirchner, hijo de Néstor y Cristina Fernández, y otros jóvenes valores como el saliente ministro de Economía Axel Kicillof.
Allí, con los aliados tradicionales, que suman 17, el FpV alcanza 114 escaños de los 257 que componen ese cuerpo, pero aún así queda por debajo de las 129 necesarias para conseguir el quórum y con el validar y abrir debates.
Sin embargo, por prevalecer como el bloque mayoritario, consecuentemente, le asiste el derecho por ley de elegir al presidente de la Cámara de Diputados, puesto entonces que seguirá en manos del FpV.
Por otro lado, Propuesta Republicana (PRO) del candidato Mauricio Macri tendrá 43 diputados, misma cantidad que la Unión Cívica Radical (UCR) que se aliaron para estas elecciones. Las dirigencias de estas fuerzas deberán decidir ahora si mantienen o no su alianza para atribuirse el segundo lugar en la cámara baja.
El Frente Renovador, de Sergio Massa, por su parte, resultó con 27 diputados, el peronismo opositor 13; la Coalición Cívica siete; el Frente Progresista seis; el trotskista Frente de Izquierda cuatro y Proyecto Sur uno.
La UCR, que puso 12 bancas en juego, se estaría adjudicando 19 producto de su alianza con el PRO en Cambiemos que, sumadas a las 24 que tiene en la actualidad, alcanzaría las 43.
El massismo, como la prensa argentina identifica a la fuerza en su mayoría de peronistas disidentes que simpatiza con Sergio Massa, termina con un saldo de cinco legisladores más que antes de la elección, y en el tercer puesto -si el PRO y la UCR prosiguen con alianza-. El Frente Renovador puso en juego ocho de sus 19 bancas, perdieron tres y consiguiendo sumar 16.
El otro sector del peronismo opositor que incluye diputados referenciados en el saliente gobernador cordobés José Manuel de la Sota, en el diputado Adolfo Rodríguez Saá, de San Luis, y el gobernador electo de Chubut, Mario Das Neves, mejoró de 10 a 13 legisladores.
Uno de los espacios que resultó como gran perdedor en la jornada fue el Frente Cívico Progresista de Margarita Stolbitzer; de sus 13 bancas puso nueve en juego y sólo obtuvo dos, por lo que desde el 10 de diciembre tendrá sólo seis.
La izquierda trotskista no ponía bancas en riesgo y finalmente consiguió una en a provincia de Buenos Aires, por lo que su interbloque quedará integrado por cuatro miembros.
Perdieron su presencia en la Cámara de Diputados Unidad Popular, de Claudio Lozano y Víctor De Genaro; el Partido Nuevo, de Luis Juez, y el Movimiento Popular Fueguino, en tanto Proyecto Sur, queda con una.