Redacción Nacionales
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Ante la carencia de apoyo tanto de instituciones públicas como privadas, padres, madres, familiares, amigos y voluntarios desarrollaron “El primer Convivio de Jóvenes con autismo”, en finca La Mancha, Jayaque, departamento de La Libertad, con el fin de visibilizar el espectro del autismo y buscar una inclusión real en la sociedad salvadoreña.
Desde el año 2007 la Asamblea General de las Naciones Unidas declara el 2 de abril el día Mundial de Concienciación sobre el autismo, que fue propuesta para contribuir a mejorar la calidad de vidas de las personas con autismo, aunque la realidad en países como El Salvador es alejada a la visión propuesta por la ONU.
Sandra Elizabet Escalante, madre de Kevin Francisco, un joven con autismo severo, es precursora del Grupo de Apoyo a Personas con Autismo (GAPA) que con su propio esfuerzo y el de otras personas altruistas han buscado visibilizar una realidad diferente o que se mantiene hermética ante el desconocimiento sobre el autismo, y una entrevista realizada por el equipo de Vanguardia Sv, nos relata lo difícil que ha sido tratar de convencer a instituciones y recibir un no por respuestas.
“Había sido mi sueño reunir a jóvenes con autismo, porque en lo comercial y la publicidad se enfoca en los niños como diagnosticar el autismo terapias, talleres y muchas puertas abiertas cuando recién se conoce el diagnostico, pero luego pareciera que el autismo desaparece no hay apoyo del estado ni de la institución privada. Se enviaron solicitudes todas fueron rechazadas, se ha hecho con fondos de familias amigos y voluntarios, si quizás el mensaje es hacer un llamado a la empatía”, expreso.
Aunque existe un protocolo de atención integral a personas con discapacidad en la emergencia nacional contra el COVID-19, y retoma el abordaje con personas con autismo (TEA), por parte del Consejo Nacional Para la Inclusión de las Personas con Discapacidad (CONAIPD), no existe un registro proporcional o atención general para el espectro del autismo.
Violeta Cuadron es una joven diagnosticada con Autismo que deja un mensaje para las personas quienes desconocen sobre esta realidad al comprender las diferencias y utilizar el amor como un lenguaje universal.
“Debemos ayudarnos, aunque no nos entiendan a veces, para que sigamos adelante, el azul de la camisa significa el día del autismo, todos estamos de azul, y este corazón y estas piezas significan que debemos ayudar a los niños con autismo quizás no podemos entender bien su lenguaje como hablan, pero la mejor forma de entenderlos y ayudarlos es con los corazones”, sostuvo.
El sueño de muchos familiares de personas con autismo es un apoyo continuo y la formación de escuelas especiales para instruir a estar personas y que puedan ser funcionales en la sociedad.
El Grupo de Apoyo a Personas con Autismo seguirán avanzando aunque no exista un apoyo inmediato, ya que la necesidad de la inclusión es fundamental para el desarrollar de las personas autistas en El Salvador.