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“Vivan las Mujeres, pero Sanas”

Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino

Arcadia Montano, de 42 años, vive en San Carlos Lempa, municipio de Tecoluca, departamento de San Vicente, una lideresa rural quien resume su vida con la frase “trabajo con dinamismo en el ámbito que me toque”. Montano es promotora de salud, directiva comunitaria, alfabetizadora y catequista, y actualmente enfrenta un cáncer de mama que ha puesto su vida de nuevo en perspectiva.

“Ahora, estoy luchando, echándole ganas y digo que primero Dios voy a vencer esta prueba, sé que no es fácil, pero tampoco difícil, y si al principio me frustré porque no es fácil recibir un diagnóstico así tan fuerte, pero ya he ido dirigiriéndolo y asimilando. Y aquí estoy con 3 ciclos de quimio dispuesta a luchar por mi vida”, expresó.

El caso de Arcadia Montano, como de otras mujeres de la zona rural, recibe el acompañamientode PRO-VIDA a través del apoyo de la Fundación SHARE, que impulsan la campaña “Vivan las Mujeres, pero Sanas”.

Proyecto que enfoca su intervención en la atención de la salud de las mujeres en diferentes zonas del área rural del país. Además de brindar acompañamiento a mujeres con diagnóstico de cáncer de cérvix, mama u otro tipo, las que fueron referidas por la Fundación SHARE y de los liderazgos locales, explicó Karen Ramírez, representante de PRO-VIDA.

La Fundación SHARE y PRO-VIDA buscan fortalecer redes de sororidad entre las mujeres y aportar acompañamiento para evitar cualquier proceso hospitalario engorroso de las pacientes y disminuir los impactos que dejan los tratamientos con el acompañamiento y mejorar las condiciones, luego de sus tratamientos.

La infancia de Arcadia Montano no fue “grata”, comentó, siendo sobreviviente del conflicto armado tuvo que sobrevivir frente a pruebas difíciles como la pérdida de su familia y lo recalcó así: “tuve que huir, que correr sin saber el por qué, simplemente era resguardar la vida”.

Desde sus 8 años sorteó su sobrevivencia en diversos refugios en San Salvador, compartir parte de su infancia con algunos parientes y luego, pasar a integrar una familia ajena a la suya.

“Viví como nómada o un circo de lugar en lugar siempre y en diferentes sitios viví en un refugio, luego con una hermana en Comalapa, después con una tía en Apopa, luego volví con mi hermana pero en La Libertad. Y tiempo después me tocó irme con una familia y allí fui en vendedora de mercados, vendía plátano, y nos íbamos a Santiago Nonualco (La Paz) a venderlo, madrugabámos para agarrar un buen puesto en la plaza”, recordó.

Su vida dio un giro en 1990. A sus 15 años se reencontró con su madre que estaba en San Carlos Lempa y las buscaba para reunirse de nuevo como familia, en donde se instaló desde su llegada y tomó conciencia que en la comunidad todos vivían en situación de precariedad social y económica.

“No había ningún servicio básico, no había educación, agua, salud o carreteras, pero yo comencé a capacitarme en el área de salud con un médico holandés que me enseñó a inyectar, a curar lo básico y dar medicinas para las alergias, los dolores , algunos antibióticos y agradezco que nunca se intoxique a nadie (ríe) y es que estábamos tan solos. No había clínicas de salud y el hospital mas cercano era de Zacatecoluca, pero vivíamos en donde no había carreteras, sólo caminos rurales”, comentó.

Su incesante búsqueda de conocimiento y ayuda comunitaria, tuvo un momento positivo cuando llegó PRO-VIDA, que facilitó talleres para convertirse en promotoras de salud comunitaria. Las que aplicó al área de saneamiento, primeros auxilios y cuidados materno infantil, que luego les permitió atender a sus comunidades a través de sus servicios.

“En 1993 saqué el curso de partera y comenzamos a tener coordinación con el Ministerio de Salud, nos capacitaron y me tocó atender partos y era una situación en donde uno se la jugaba el todo por el todo. Nunca tuve una complicación de una parturienta ni ninguna muerte infantil, hay jóvenes -que me cuentan- que su mamá les dijo que he sido su segunda mamá por traerlos al mundo y cuidé”, compartió Montano.

En este trabajo de salud Arcadia logró, a través de Fundación Share, habilitar un local para contar con una clínica comunal y el Ministerio de Salud contribuyó, al mandar un médico por semana. Allí trabajó por la comunidad sin importar su horario. Sin embargo, nunca logró que la institución la absorbiera como promotora de salud, alegando su falta de formación educativa formal.

Esta situación no fue obstáculo para Arcadia, pues logró ingresar en los “círculos de alfabetización”, donde aprendió a leer y escribir, pero no contaba con un diploma que la respaldara para trabajar formalmente, y cuando al fin lo obtuvo, reconoció que las políticas de gobierno al sur de Tecoluca, cambiaron contra la población.

“Declararon a Tecoluca como zona roja y eso fue un factor más de obstáculo, pero como me había alfabetizado pues comencé a enseñar. Yo di clases a mujeres adultas y tuve una gran experiencia con una cooperativa en el área de Jiquilisco, viajé 3 años para darles clase, y unas señoras me reconocen como -la profe-, esa fue una linda experiencia”, afirmó.

De su vida activista como promotora de salud, alfabetizadora, lideresa comunitaria, defensora de derechos de mujeres rurales y catequista de jóvenes, ahora Arcadia Montano enfrenta un cáncer de mama, el cual le ha declarado una guerra para vencerlo junto a su esposo, sus hijas y el acompañamiento de PRO-VIDA y Fundación SHARE, a través de su campaña “Que Vivan las Mujeres, pero Sanas”.

“La etapa que estoy cruzando es un reto. El año pasado me hice una mamografía y me detectaron cáncer de mama, me hice estudios y en agosto me dan un diagnóstico, luego la biopsia y en septiembre me hacen una cirujía cuadrantectomía (se extirpa el cáncer y parte del tejido que rodea al tumor conservando la mama), y me detectan otro tipo de cáncer en etapa 3 y es un cáncer invasivo”, explicó.

“No debemos tener miedo, a veces por miedo no queremos hacernos los exámenes de control -mal hecho- las mujeres debemos prevenir nuestra salud para poder enfrentar la enfermedad que nos diagnostiquen, recordemos que el cáncer, diabetes, VIH, pueden tratarse y controlarse si son medicadas a tiempo”, expresó

Para Karen Ramírez, representante de PRO-VIDA, estas historias de liderazgos locales como Arcadia Montano, en San Carlos Lempa, que han aportado históricamente al avance social de las comunidades en diferentes momentos de país, demanda de un reconocimiento y apoyo por parte del Estado salvadoreño.

“Justamente, lamentamos mucho que por esta brecha de oportunidades para tener trabajo formal con prestaciones de ley, muchas mujeres que se han dedicado a realizar mucho liderazgo comunitario en temas de desarrollo local y salud como Arcadia Montano, que tiene un legado de trabajo en la comunidad y con su familia, este Estado no garantice su cuidado ni de otras mujeres rurales en momentos díficiles”, señaló.

“¿Por qué no es un Estado protector?, porque el Sistema de Salud no está cubriendo todo el acompañamiento que estas mujeres necesitan, comenzando por el enfoque en que todos los tratamientos oncológicos están en San Salvador. Y es difícil realmente cumplir con el rigor que requiere los procesos oncológicos, si vives en la zona rural”, acotó Ramírez.

Desde el financiamiento para el traslado de la paciente a la ciudad, su alimentación y preparación para la quimioterapia, Ramírez, señaló que los grupos familiares deben invertir un día para viajar, otro para realizarse los exámenes, un tercer día de la consulta y el último día para recibir la sesión de quimioterapia.

“Creo que para otros es fácil decir – es un tratamiento ambulatorio-, pero todos sabemos el estado del paciente luego de una sesión de quimioterapia y mucho más con las mujeres rurales y también para mujeres con pocas posibilidades económicas en San Salvador”, argumentó.

“Creemos que el Estado salvadoreño debe garantizar un apoyo más integral a estas mujeres como su estadía cuando se someten a estos procesos, y poder descansar el día de su sesión de quimioterapia en un lugar adecuado y tranquilo, antes de volver a su hogar fuera de San Salvador. Estos si son temas de prioridad”, puntualizó Ramírez.

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