César Ramírez
@caralvasalvador
Según la RAE, riesgo: “contingencia por el peligro que supone” ese concepto se puede aplicar a diversas circunstancias: económicas, sociales, políticas, salud, educación, República, Capital, Constitución etc.
Riesgo económico: nos interesan las diversas advertencias de organismos internacionales sobre la condición económica principalmente en las finanzas; de esa forma en pocas semanas se cumplirán contratos financieros donde nuestra nación adeuda millones de dólares a las personas o instituciones que han comprado bonos soberanos; éste es un factor reiterado durante todo este año 2022. Este riesgo es materia de estudio y pronunciamiento constante del debate público nacional e internacional, el cual no se resolverá a corto plazo aunque se paguen los bonos 2023, la deuda externa continuará, de esa forma si no se reestablece una relación cordial con las fuentes financieras, nuestra precaria situación prolongará la incertidumbre; aunque no todo se resuelve con préstamos, se debe obtener inversión internacional en proyectos productivos y promover la inversión local o retorno de capitales.
El riesgo financiero también implica al Bitcoin que tiene carácter de moneda legal, tanto su inversión, como su cambio es motivo de un alto grado de especulación de terceros, según información pública de Portafolio Tracker nuestra nación ha perdido $64,844 276.85 desde el inicio de la compra de Bitcoin, una aproximado del 60.04% del valor original; es este rubro el generador de mucho malestar social, puesto que esa cantidad de dólares pudo ser empleada en otras áreas muy necesitadas.
El riesgo de la seguridad pública: la prolongación del Régimen de Excepción genera un clima de constante zozobra en barrios populares o zonas marginales, en los cuales muchos inocentes han sido capturados y no tienen defensa jurídica, lo cual provoca cientos de denuncias en los organizamos humanitarios, iglesias, Defensoría de Derechos Humanos, organismos internacionales, etc., por ciudadanos que no pertenecen a estructuras terroristas, ni grupos irregulares; condición generalizada y prolongada por siete meses, lo cual destruye a familias de muchos trabajadores.
El riesgo de perder la Constitución vigente: en realidad no sabemos si la Constitución funciona tal cual o es una silueta en la caverna de la República actual, puesto que tanto la acción del 9 de febrero de 2020 con la toma armada de la Asamblea Legislativa o el 1 de mayo 2021 con la destitución de los Magistrados constitucionales, nuestra Carta Magna ha sido irrespetada, en ese rubro debemos hacer énfasis en la mención de: “no reelección presidencial”, situación rota con el anuncio del 15 de septiembre de 2022 por el propio presidente. Es evidente que la Constitución agoniza, de manera que vivimos una figura de espejos: “legalidad-ilegalidad” donde la ilegalidad constitucional es ahora la resplandeciente bandera que pretende instaurar una reelección indefinida.
Riesgo de la libertad de expresión: vivimos en una sociedad que usa métodos de espionaje contra los periodistas de medios de comunicación, el uso de software Pegasus utilizado para extraer información de investigaciones periodísticas, correos electrónicos, teléfonos, archivos privados etc, impide el ejercicio de la investigación periodística, elemento fundamental en la democracia de los pueblos libres, sin ese ejercicio la sociedad se encuentra ciega ante el espolio de los gobernantes, además todo adversario es amenazado por trolles en redes sociales, incluyendo acoso a las residencias etc., algunos periodistas y opositores han preferido el exilio ante amenazas concretas, eventos denunciados local e internacionalmente.
En este mar de inseguridad existen otros no menos graves: las pensiones, desaparecidos, eventos electorales, prisioneros políticos, estabilidad del dólar en nuestro modelo financiero a mediano plazo, además la institucionalidad de la República o las relaciones políticas con Estados Unidos de América… donde la historia de otras naciones y la nuestra, nos ilustran de las dolorosas experiencias en otros pueblos latinoamericanos.