Por Por Luis Beatón
La Habana/Prensa Latina
Alexander Bolton, un analista del diario de The Hill, constató que un número significativo de miembros del Senado se sentirían aliviados, incluso encantados, si Trump permaneciera al margen de esos comicios o al menos mantuviera en secreto sus objetivos personales de campaña hasta las elecciones de medio término, en noviembre de 2022.
Una mirada al accionar del multimillonario devela lo que ya muchos anticipan: su retorno al ruedo político, el que nunca dejó tras su derrota en las urnas en 2020 -pese a que no todos entre los rojos apoyan sus alegaciones, hasta ahora infundadas, de que le robaron la victoria.
Recientemente, un senador afín etiquetó al exmandatario como ‘un narcisista clínico’, mientras que otro dijo simplemente: ‘Prefiero la calma’, en referencia a su entrada en la carrera por la Casa Blanca, algo que los republicanos en general ven casi seguro.
El mitin político de Trump el 9 de octubre en Iowa subió la temperatura, a pesar de su negativa a anunciar oficialmente sus intenciones, aun cuando sus críticos reconocen que mantiene el control de la agrupación a nivel nacional, en los partidos estatales y del proceso para presentar y defender a los candidatos a la Cámara de Representantes y al Senado en las elecciones del próximo año.
Según medios políticos y de prensa, pocos candidatos republicanos prominentes o potenciales están interesados en criticar públicamente a Trump, pues su influencia sobre el partido es muy potente.
Varios sondeos, entre ellos uno del Centro de Investigaciones Pew, encontraron que el 44 por ciento de sus copartidarios quiere que Trump vuelva a presentarse, mientras que el 63 por ciento se manifestó contra quienes cuestionan abiertamente al presidente norteamericano número 45 (2017-2021).
En la actualidad existen contradicciones sobre la conveniencia de que el magnate tenga incidencia en la política partidista e, incluso, algunos rezan para que no salga a la palestra a apoyar a aspirantes en los próximos comicios, algo que pudiera ser contraproducente para los planes de la agrupación de retomar la mayoría en el Congreso.
Muchos miembros del Partido Republicano no quieren verlo en la boleta electoral de 2024 debido a su historial con los votantes independientes y los llamados oscilantes.
Integrantes de la maquinaria republicana en el Senado afirman que Trump se presentará nuevamente a la carrera presidencial porque anhela la atención y tiene una buena oportunidad de ganar la nominación.
Lindsey Graham, su aliado más cercano en la Cámara Alta, expuso que el exnúmero uno en el poder está ‘ansioso por entrar en la carrera’.
Sin embargo, no todo es ‘color de rosa’ para el empresario. Varios republicanos prominentes incluso plantean unirse ‘en objetivos políticos generales con nuestros oponentes políticos de siempre: los del Partido Demócrata’.
Entre ellos está Christine Todd Whitman, exgobernadora de New Jersey y quien cree que el exgobernante perdió la reelección en gran parte porque los rojos de todo el país desertaron y apoyaron a Joe Biden, el actual presidente.
Así van las cosas camino a las elecciones intermedias de 2022 y a las presidenciales de 2024; pero, pese a todos sus defectos ymentiras, Trump nodesaparecerá del escenario político de Estados Unidos, al menos, por ahora.
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