Por Martin de Montvalon
Washington/AFP
Washington amaneció el jueves paralizada por una gruesa capa de nieve que deja escuelas y oficinas públicas cerradas, cialis sale buses atascados y tránsito imposible, store como consecuencia de una tempestad invernal que afecta el este de Estados Unidos y ya dejó una decena de muertos.
Se trata de un invierno particularmente duro en esta región del país, y de acuerdo con la prensa estadounidense unas 800.000 viviendas y empresas quedarán sin electricidad el jueves, especialmente en el este y el sudeste del país.
El sitio web especializado Flightaware informó que más de 4.500 vuelos fueron cancelados el jueves en la mañana desde o hacia Estados Unidos, además de los 3.700 que habían sido suspendidos el miércoles.
La empresa que administra la circulación de trenes, Amtrak, también canceló la operación de diversas vías.
En el centro de Washington, la circulación era en la mañana de este jueves extremadamente difícil por la cantidad de nieve acumulada por la precipitación durante la noche, de más de 30 centímetros.
Las principales avenidas de la ciudad estaban prácticamente vacías, y los raros transeúntes que trataban de llegar a sus trabajos debían enfrentar penosamente enormes amontonamientos de nieve y caminar lentamente por el medio de la calle para evitar las veredas intransitables.
Todas las escuelas de la región y la absoluta mayoría de las oficinas públicas ya habían alertado en la noche del miércoles que no abrirían sus puertas este jueves. En la mañana, la mayoría del comercio también se encontraba cerrado.
El Servicio Nacional de Meteorología (NWS) había alertado en los últimos días la proximidad de un «domo gigantesco» de corriente de aire frío proveniente del Ártico y que se instalaría sobre una parte de Estados Unidos creando una «tempestad glacial» capaz de «paralizar» varios Estados.
El NWS llegó a adelantar un consejo a aquellos audaces que pretendían viajar en automóvil: «si precisa salir a la ruta, incluya una linterna extra, y deje agua y alimentos en el interior del vehículo», sugiriendo la posibilidad de largos períodos atascados en la nieve o el hielo.
Miles de conductores bloqueados
El Servicio destacó que la tempestad podría continuar hacia el noreste de Estados Unidos en el curso de la jornada y durante el viernes.
De acuerdo con la cadena CNN, la tempestad había dejado ya un saldo de 10 muertos, la mayoría como consecuencia de accidentes en las carreteras.
El miércoles el presidente Barack Obama decretó el estado de urgencia en 45 condados de Georgia y Carolina del Sur, una decisión que permite a los servicios federales iniciar su operación de emergencia.
En Carolina del Norte, donde el clima es habitualmente más ameno, las caídas de nieve han creado enormes dificultades en las carreteras, donde miles de conductores aún están bloqueados.
El gobernador, Pat McCrory, aconsejó a los empleados públicos a no salir a las calles: «Si usted está en un lugar cálido y seguro, permanezca en él», aconsejó.
Hace dos semanas, Georgia ya había sufrido una fuerte tormenta, en la que la gestión de sus autoridades había sido criticada, ya que cientos de estudiantes se vieron obligados a dormir en su escuela debido al bloqueo de carreteras con nieve.
Para evitar que se repita este escenario, el gobernador de Georgia, Nathan Deal, decretó el martes el estado de emergencia y desplegó una flota de camiones para echar sal en las carreteras antes de la llegada de la tormenta.
Varias localidades de la región ya prepararon iglesias o centros de esparcimiento para recibir a los damnificados.
El invierno ha sido particularmente fuerte este año en Estados Unidos, y con consecuencias inesperadas: la sociedad ADP aseguró la semana pasada que las malas condiciones climáticas afectaron el crecimiento del empleo. A su vez, los precios del petróleo han sido impulsados al alza.