Londres/dpa
El título en la Copa inglesa de fútbol le permitió a Arsene Wenger recuperar el orgullo: con la nueva coronación gracias al 2-1 del pasado sábado ante el Chelsea, el Arsenal salvó la temporada más negativa desde que llegó el francés hace 20 años y se convirtió en el club más ganador del tradicional trofeo.
A pesar de los cuestionamientos que se le hicieron a lo largo de la campaña, Wenger logró rescatar a un plantel que parecía rendido y pudo revertir la sensación que inundaba el ambiente, que su prolongado ciclo al frente de los “gunners” estaba acabado.
“Tuvimos algunos momentos difíciles, pero pasé cada minuto de la temporada con un compromiso total y nunca me rendí”, afirmó Wenger después de la victoria en el estadio de Wembley sobre el campeón de la Premier.
“Nadie nos daba oportunidades y respondimos con actitud y clase. Lo hemos visto en el campo”, completó el francés, con cierta dosis de revancha.
Las palabras de Wenger se pueden entender por lo que sucedió en la campaña. Por primera vez en 20 años bajo la dirección de su histórico estratega, el Arsenal no pudo garantizarse una plaza en la Liga de Campeones, al finalizar quinto en la Premier.
Su despedida en la Champions también dejó heridas: dos goleadas 5-1 ante el Bayern Múnich en los octavos de final marcaron el punto más bajo de la temporada.
Eran tiempos de silbidos y pancartas contra el entrenador en el estadio Emirates, de preguntas incisivas en las ruedas de prensa sobre su futuro, de rumores sobre posibles salidas de jugadores claves como el chileno Alexis Sánchez o el alemán Mesut Özil.
El título cambió el color de la temporada. Con su décimo tercera conquista, el Arsenal superó por una al Manchester United y se convirtió en el club qué más veces ha ganado el prestigioso trofeo que ya lleva 136 ediciones.
Siete de las 13 las ganó en los últimos 20 años bajo la gestión Wenger, que puede presumir de ser el técnico más ganador del Copa. Además, tres de los títulos llegaron en el mítico Wembley en las últimas cuatro temporadas.
En esos números avalan a Wenger para responder a sus detractores, que siempre destacan la fragilidad del Arsenal para soportar momentos de presión.
“Vinimos aquí y ganamos en la semifinal al Manchester City y en la final al Chelsea”, dijo Wenger. “Creo que necesitas un equipo bueno y fuerte para lograrlo”.
Bombardeado de preguntas sobre su futuro en las últimas ruedas de prensa, teniendo en cuenta que contrato vence al final de la temporada y el club se ha mantenido hermético sobre las posibilidades de su renovación, el técnico de 67 años tuvo que volver a responder sobre ello también tras la victoria ante el Chelsea.
“El martes tendremos una reunión con la junta directiva”, señaló Wenger. “Y el miércoles o jueves, un panorama más claro”. Con un título bajo el brazo y el orgullo recuperado, la continuidad del francés parece más factible.