Washington/AFP
La Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) puede transformar cualquier televisor en aparato de escucha, eludir las claves e incluso controlar cualquier vehículo, según documentos publicados el martes por WikiLeaks, que los presenta como internos de la propia agencia.
El sitio creado por el australiano Julian Assange afirma que esos documentos demuestran que la CIA opera de forma similar a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) –principal organismo de vigilancia electrónica de Estados Unidos– en materia de espionaje informático pero con menos control.
WikiLeaks difundió cerca de 9.000 documentos que atribuye a la CIA, estimando que se trata de la más importante publicación de materiales secretos de inteligencia.
«Esta extraordinaria colección, que asciende a varios cientos de millones de líneas de código, da a su poseedor la capacidad entera de piratear de la CIA», dijo, advirtiendo sobre el riesto de proliferación de ciberataques.
La CIA y la Casa Blanca rechazaron hacer comentarios sobre la liberación de los documentos, o sobre su contenido.
Si se corroboran, la fuga podría representar una enorme nueva vergüenza para las agencias de inteligencia de Estados Unidos, luego de las filtraciones realizadas en 2013 por el exanalista de la NSA Edward Snowden.
Según WikiLeaks, los documentos demuestran que la CIA elaboró más de 1.000 programas maliciosos –virus, caballos de Troya y otros programas informáticos capaces de infiltrar y tomar el control de aparatos electrónicos.
«Muy graves»
«No emitimos comentarios acerca de la autenticidad o contenido de supuestos documentos de inteligencia», dijo este martes el portavoz de la CIA, Jonathan Liu, en un correo electrónico.
También el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, rechazó emitir opiniones. «No lo hemos evaluado por completo», indicó.
Pero el legislador Devin Nunes, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo que las revelaciones «parecen ser muy, muy graves».
«Estamos muy preocupados», expresó.
Los documentos supuestamente provienen del centro de inteligencia cibernética de la CIA, que opera desde su sede de Langley, Virginia, y de una oficina del consulado estadounidense en Francfort, Alemania, según WikiLeaks.
«Parecen haber circulado entre expiratas del gobierno de Estados Unidos y contratistas de manera no autorizada, uno de los cuales proporcionó a WikiLeaks partes del archivo», dijo el grupo.
«Parecen auténticos»
Edward Snowden dijo a su vez vía Twitter que los documentos «parecen auténticos».
Por otro lado, el exanalista de la NSA calificó de «imprudente» la práctica de descubrir y explotar fallas en software y hardware de fabricación estadounidense, incluso en teléfonos inteligentes como el iPhone, y no alertar a los responsables.
«¿Por qué es esto peligroso? Porque cualquier hacker puede aprovechar el agujero de seguridad que la CIA deja abierto y entrar en cualquier iPhone del mundo», señaló.
Si los documentos fueran auténticos, podrían representar un nuevo problema para la CIA.
La Agencia Central de Inteligencia fue uno de los cuatro organismos clave de Estados Unidos que concluyó que Rusia había pirateado comunicaciones y equipos del Partido Demócrata y publicó documentos embarazosos para Hillary Clinton, la rival del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales del año pasado.
Esos documentos también fueron liberados por WikiLeaks, en una operación que los responsables de la mayor parte de los servicios de inteligencia de Estados Unidos afirmaron que había sido teledirigida por el presidente ruso Vladimir Putin.
La CIA fue fuertemente criticada por Trump, que la acusó de filtrar información sin fundamento que sugiere que miembros de su campaña actuaron en connivencia con Rusia para interferir en las elecciones estadounidenses de noviembre.
Cindy Cohn, directora ejecutiva de la Electronic Frontier Foundation, dijo en un comunicado que «el lado oscuro de esta historia es que los documentos confirman que la CIA mantiene vulnerabilidades de seguridad en software y dispositivos, incluyendo teléfonos Android, iPhones y televisiones Samsung».
«Como demuestran estas filtraciones, estamos todos menos seguros por la decisión de la CIA» de no corregir esas vulnerabilidades, añadió.